El gobierno de la República declaró de interés público la labor que realiza el Banco de Alimentos desde hace 18 meses en Costa Rica.
La organización se encarga de recibir y distribuir comida y artículos de primera necesidad a la población costarricense en condición de pobreza y exclusión.
Con la disposición la estructura espera que tanto empresas privadas como públicas se atrevan a aportar recursos humanos, físicos y económicos para el cumplimiento de los objetivos de la organización.
"Se insta y autoriza a las Instituciones del Estado a que, dentro de su ámbito de competencia y de acuerdo con sus posibilidades, colaboren activamente y aporten recursos humanos, físicos y económicos para el desarrollo de las actividades conducentes al cumplimiento de los objetivos del "Banco de Alimentos". Igualmente, se exhorta al sector privado a apoyar el desarrollo de esta importante iniciativa", dice el decreto publicado en el diario oficial La Gaceta el pasado 30 de julio.
Napoleón Burgos, director ejecutivo del Banco, aseguró que la declaración de interés es un reconocimiento a la trasparencia y valida el trabajo social que se ha realizado.
"La declaratoria respalda el trabajo y nos da la confianza para invitar a nuevas firmas a que colaboren y sean parte del Banco", mencionó Burgos.
La entidad que lucha contra el hambre en Costa Rica entrega diariamente cerca de 15.000 platos de comida y poco más de 500.000 al mes.
Burgos confesó aún no tener claros los alcances de la declaración a nivel fiscal. No obstante, espera estos traigan consecuencias positivas para la organización.
El Banco de Alimentos gestiona el sistema de recepción de donaciones y su distribución por medio de organizaciones sociales y comunitarias.
Entre las empresas fundadoras están Dos Pinos R.L, DIPO, Florida Bebidas, Grupo Maseca (Demasa) y Unilever.