Más allá de ayudar en metas como bajar de peso, reducir el estrés y servir como herramienta de socialización, el ejercicio también es un “medicamento” contra enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.
“Más del 70% de los efectos adversos que normalmente se asocian al envejecimiento se deben al sedentarismo. Si nos mantenemos activos, podemos contrarrestar estos efectos. Es mejor medicina que los suplementos vitamínicos”, expresó Barry Franklin, investigador del Centro de Salud y Prevención Cardíaca Beaumont, en Estados Unidos en su visita a Costa Rica en agosto pasado.
Sin embargo, como ocurre con todo medicamento, existe una dosis adecuada para cada “paciente” y esa debe adecuarse según la edad, sexo, estado de salud y condición física de la persona.
“Si nada más llegamos a hacer ejercicio a lo loco y nos exigimos más de la cuenta, no llevamos una buen hidratación y una buena alimentación más bien podemos lesionarnos o dañar nuestra salud, en lugar de beneficiarla.
”No hacer ejercicios es muy perjudicial para la salud, pero también una sobredosis de ejercicios es muy dañina”, indicó Jean Carlo Córdoba, educador físico .
Puntos clave. Si usted no ha hecho ejercicios nunca, primero debe conocer su salud y descubrir de qué es capaz.
Si usted tiene una enfermedad crónica, como diabetes o hipertensión, es obeso o cuenta con antecedentes familiares de enfermedades del corazón, es mejor que vaya a una revisión médica antes de comenzar el programa de ejercicios.
También es aconsejable una revisión médica si usted es un hombre mayor de 40 años o una mujer mayor de 45.
El resto de las personas no requieren una revisión médica para comenzar a realizar algún tipo de actividad física.
No se exceda. “Empiece caminando, haga esfuerzos, pero sin exagerar. Haga aproximadamente lo que usted considere de un 60% a un 70% del máximo que usted podría dar. Ya después, conforme su condición física va mejorando, usted mismo va a irse exigiendo más porque puede dar más”, explicó el especialista en fisiología del deporte José Moncada.
Los conocedores de la materia manifiestan que si usted se siente muy cansado o si se siente descompensado, o mal de salud lo más recomendable es bajar el ritmo o hacer un alto por unos minutos. Si la sensación persiste, frene la rutina y si esto sucede durante varios días consulte al médico.
“Todo es cuestión de disciplina, uno tiene que estar motivado para no aburrirse, pero tampoco uno tiene porqué exigirse más de la cuenta”, dijo la entrenadora de natación Alejandra Arroyo.
Sin embargo, todos los especialistas insisten en la importancia de tomar la decisión de hacer ejercicios para mejorar la salud física, mental y emocional.