El cas es un fruto ácido que los ticos usamos regularmente para hacer refrescos o para comer con sal.
También es una fruta que no tiene nada que envidiarles a los arándanos en lo que a antioxidantes se refiere.
Un grupo de científicos del Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas lo sabe y por eso ha desarrollado una iniciativa llamada Cenibiot Natura, cuyo propósito es aprovechar las frutas que se cultivan aquí, ricas en antioxidantes, para elaborar productos con ellas.
“Nosotros vemos la posibilidad de traspasar fronteras; hay frutas como los arándanos a las que se les hace mucha publicidad, pero nosotros encontramos que nuestros productos pueden competir con ellas”, sostuvo Magdalena Víquez, parte del grupo de cinco científicos involucrados en el proyecto.
Víquez, así como Rodrigo Muñoz, Sergio Madrigal, Priscilla Cubero y Randall Loaiza, reciben, desde finales de junio, asesoramiento en Costa Rica Open Future Esta es una incubadora pública y privada, impulsada por el Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat), el Consejo Nacional de Rectores (Conare) y la empresa Telefónica (Movistar).
En ese lugar, los científicos cuentan con asesoramiento, mentores y un espacio físico para el crecimiento de sus ideas.
Desarrollo. En un inicio, los investigadores pretenden trabajar en un suplemento alimenticio, con propiedades antioxidantes, que las personas podrán consumir. Además, ya diseñaron el prototipo de un gel desmaquillante, a base de cas, según comentó Víquez.
El proceso que siguen estos investigadores consiste en tomar el cas y quitarle el agua que contiene. Posteriormente, obtienen un extracto, ya sea de manera líquida o en polvo, el cual utilizan en sus productos.
El cas, aseguran, también tiene propiedades antibacterianas. Esa característica podría ser explorada en futuros productos, según comentó Magdalena Víquez.
Durante su paso por Costa Rica Open Future , los jóvenes científicos se acercarán al reto de conocer un área desconocida para ellos: la de los negocios.
“Estamos entrenados para hacer ciencia pura; algunos de nosotros llevamos décadas de entrenamiento como científicos, pero, en realidad, no tenemos entrenamiento desarrollando productos, a pesar de poseer el conocimiento y resultados de laboratorio”, comentó Randall Loaiza.
Por eso es tan importante para ellos contar con el respaldo de Costa Rica Open Future.
Este es tan solo el primer paso, pues los científicos pretenden, una vez finalizado el proceso de incubación en Open Future, crear productos con otras frutas ticas que prefirieron no mencionar por razones de mercado y de propiedad intelectual.
Invitación. Los muchachos saben que su experiencia puede hacer que otros científicos nacionales que trabajan en universidades o centros de investigación, se animen a aplicar el conocimiento generado en productos concretos.
“Muchos jóvenes salimos de la universidad y no creemos que exista un lazo entre ciencia e ir más allá e innovar, y así compartir lo que hemos aprendido y expresarlo de una manera que pueda llegar a un público”, dijo Magdalena Víquez.
En Costa Rica Open Future no solo existen iniciativas en el ámbito científico, sino, también, en el tecnológico.
“Acá consideramos que hay características que todo startup o empresa emergente debe tener y que le pueden ayudar a ser exitosa. Tratamos de crear una base de conocimiento, que después es muy adaptable a las industrias en que sus productos se desenvuelven ”, dijo Juan Muñoz, encargado de Open Future.