A la Tierra y a su satélite, la Luna, las envuelve una especie de “cobija” gaseosa llamada atmósfera.
La composición y densidad de la atmósfera terrestre es lo que permite a los seres vivos respirar ; sin embargo, en la Luna la “cobija” es muy distinta.
Develar los misterios de la atmósfera y el polvo lunar es el principal objetivo de la misión LADEE (Lunar Atmosphere and Dust Environment Explorer), que la NASA lanzará el próximo 6 de setiembre.
La sonda –del tamaño de un automóvil compacto– será lanzada a las 9:27 p. m. (hora de Costa Rica) desde las instalaciones de vuelo de la NASA, en la isla Wallops, en Virginia, a bordo de un cohete llamado el Minotaur V . La misión está programada para durar aproximadamente 160 días: los primeros 30 serán para orbitar la Luna y luego se dedicará a operaciones científicas.
Alrededor del satélite. Aunque durante mucho tiempo se creyó que la Luna no tenía atmósfera, investigaciones recientes han logrado determinar que, de hecho, sí la hay, aunque su composición y estructura todavía no están claras.
La atmósfera de la Tierra está compuesta principalmente por nitrógeno, oxígeno y, en menor medida, dióxido de carbono, vapor de agua y gases nobles, como el argón. Por eso es que podemos respirar ese aire. Además, la “cobija” que envuelve a la Luna es mucho más delgada que la de la Tierra; casi como un vacío. Según la NASA, el grosor de la atmósfera lunar es similar a las capas más exteriores de la atmósfera, en donde orbita la Estación Espacial Internacional.
El administrador asociado de las misiones científicas de la NASA, John Grunsfeld, explicó que la delgadísima atmósfera de la Luna puede ser más común en el sistema solar de lo que se pensaba. “Un mayor conocimiento de la atmósfera lunar podría ayudarnos a entender mejor nuestro diverso sistema solar y su evolución”, opinó.
Los científicos también quieren saber con certeza la composición de la atmósfera de la Luna, pues la misión Apolo 17 (1972) había detectado pequeñas cantidades de helio, argón, neón, amoníaco metano y dióxido de carbono; sin embargo, es necesario realizar más estudios.
Otro asunto que intriga a los científicos es la capa de polvo que cubre la superficie lunar.
Esta es resultado de rocas pulverizadas tras millones años de impactos de meteoritos.
Los astrónomos suponen que las cargas eléctricas se generan en la zona limítrofe donde el lado claro (día) y el lado oscuro (noche) de la luna se encuentran. Estas cargas podrían levantar el polvo en la superficie lunar hacia la atmósfera. La cantidad de polvo y la altura a la que se elevó es información que se busca obtener con esta misión.
La pregunta que se hacen es si el polvo lunar cargado eléctricamente por la luz ultravioleta del Sol es la causa del resplandor en la aurora sobre el horizonte de la Luna que detectaron varias misiones Apolo.
La sonda está equipada con tres instrumentos científicos que facilitarán tareas como determinar la composición de la atmósfera lunar y sus variaciones ,así como recolectar muestras de polvo lunar.