Sonda Juno se encarriló exitosamente en la órbita de Júpiter

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San José

En medio de las celebraciones del Día de la Independencia de Estados Unidos, el 4 de julio, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) festejó también el mayor acercamiento realizado hasta la fecha de una nave espacial Júpiter.

Al ser las 9:54 p.m.(hora de Costa Rica) y tras segundos que se hicieron largos por la tensión, el equipo científico y técnico reunido en la sede del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory) en Pasadena, California anunció el ingreso exitoso de la sonda Juno a la órbita de Júpiter.

La complicada maniobra se inició a las 9:18 p.m. cuando la sonda encendió su motor principal con el fin de reducir la velocidad de 250.000 a 1.950 kilómetros por hora y lograr así incorporarse a la órbita.

Pero antes de eso, la nave superó exitosamente la fase en la que realizó rotaciones sobre sí misma a 5 revoluciones por minuto, para lograr la estabilidad necesaria.

El objetivo de dicha misión– lanzada el 5 de agosto de 2011– es explorar cómo fue que se formó el planeta más grande del sistema solar.

Desde el momento del lanzamiento hasta la inserción en la órbita la sonda recorrió 2.800 millones de kilómetros.

Esta misión –en la que la NASA invirtió $1.100 millones– es una de las más riesgosas no solo por la distancia sino por las características propias de Júpiter

El pasado 30 de junio, la nave atravesó exitosamente el campo magnético de Júpiter, el cual es 20.000 veces más intenso que el de la Tierra.

Por esa razón, la nave estará a merced de una excesiva radiación y ese es uno de los principales retos de este proyecto. "Es como si una persona se sometiera a 100 millones de radiografías en un año", explicó la directora del Programa de Monitoreo de Radiación de Juno, Heidi Becker.

Para proteger a Juno del ambiente hostil de Júpiter (altamente radiactivo y abundante en partículas de polvo y escombros), los ingenieros diseñaron una estructura de titanio que sirve como un escudo.

A los cinco años de viaje se deben sumar otros 20 meses en los que la sonda orbitará el planeta 37 veces de polo a polo.

Las primeras dos órbitas tardarán 53 días y es una especie de vuelo de reconocimiento de Júpiter. Posteriormente, el tiempo de duración de las órbitas será de 14 días, según explicó Steve Levin, miembro del equipo de científicos.

La sonda –impulsada completamente con energía solar– está equipada con nueve instrumentos científicos que le permitirán explorar la existencia de un posible núcleo sólido, medir la cantidad de agua y amoníaco en su atmósfera, observar sus auroras y mapear su campo magnético.

El principal investigador de la misión, Scott Bolton, del Southwest Research Institute de San Antonio, Texas, explicó que conocer la historia de Júpiter ayudará a comprender la formación de todo el sistema solar y no descartó la posibilidad de que Juno pueda identificar nuevas lunas que orbitan el planeta.

"Júpiter es como un sistema solar en miniatura y por eso es tan interesante conocer cómo se formó", agregó Bolton.

Debido a que todos los sistemas e instrumentos de Juno se apagaron días antes para poder realizar la maniobra no se enviaron fotografías de la llegada.

Los expertos esperan contar con las primeras mediciones a finales de agosto.

La mision lleva el nombre de la diosa romana Juno, esposa de Júpiter y quien tenía la habilidad de mirar a través de la nubes.

A bordo de Juno viajan tres figuras de Lego hechas de aluminio. Representan a Júpiter, el rey de los dioses en la mitología romana; a su esposa uno y a Galileo, el científico italiano que descubrió las cuatro grandes lunas de Júpiter en 1610.