‘Peca’ rojiza de Júpiter disminuyó de tamaño

Gran mancha roja es una tormenta y mide 240 km menos que en el 2014

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Júpiter, el planeta más grande del sistema solar, es una gigantesca esfera de gas con una atmósfera tormentosa.

Nuevas imágenes capturadas durante un lapso de 10 horas por la cámara de campo ancho 3 del telescopio espacial Hubble, les permitieron a los científicos crear dos mapas globales actualizados del planeta.

Estos mapas hacen posible determinar las velocidades de los vientos de Júpiter, identificar los diferentes fenómenos en su capa de atmósfera y observar los cambios en sus características más famosas.

Uno de los rasgos más distintivos de Júpiter es su gran mancha roja, una tormenta más grande que la Tierra misma, con 300 años de revolotear en la atmósfera del gigante de gas.

Lanzado en abril de 1990, el telescopio Hubble es un proyecto conjunto de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA).

Las imágenes recopiladas por el Hubble revelan que este remolino ovalado parece estar disminuyendo de tamaño y tomando una forma circular, tendencia que ha mantenido desde hace varios años. Según publicaron la NASA y la ESA en un comunicado, las mediciones más recientes comprueban que el eje de la gran mancha es 240 kilómetros más corto que el año pasado.

Además de los cambios en el tamaño, las imágenes captaron una disminución en la intensidad del color de la mancha, de modo que se ve más anaranjada que roja. En el núcleo de la tormenta se puede apreciar un filamento delgado que abarca casi todo el ancho del remolino.

Ese filamento gira constantemente durante las 10 horas de la secuencia de imágenes captadas de la gran mancha roja y aparece distorsionado por la influencia de vientos que soplan a una velocidad de 540 kilómetros por hora.

“Cada vez que observamos Júpiter, obtenemos pistas tentadoras de que algo realmente emocionante está ocurriendo. Esta vez no es la excepción”, opinó Amy Simon, científica planetaria en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, ubicado en Maryland, Estados Unidos.

Más sorpresas. Tras analizar el material enviado por Hubble, los astrónomos hallaron en la región norte del ecuador de Júpiter una curiosa estructura en forma de onda. Este rasgo había sido divisado solo una vez por la misión Voyager 2, lanzada en 1977, y nunca más se volvió a ver hasta ahora. Esta onda se localiza en una zona de Júpiter donde se concentran ciclones y anticiclones.

Un tipo de onda llamada baroclínica aparece también en la atmósfera de la Tierra, en las zonas donde se forman los ciclones.

Los resultados de estas observaciones astronómicas recientes se publicaron en la revista Astrophysical Journal.