ONU quiere combatir sobreexplotación de océanos para garantizar alimentos

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París (AFP). Naciones Unidas urgió hoy a combatir la sobreexplotación de los océanos a fin de que la seguridad alimentaria de los países dependientes de la pesca no se vea amenazada.

"Sin una acción rápida para proteger los mares de prácticas insostenibles, las pesquerías no podrán desempeñar su papel crucial para garantizar el derecho a la alimentación para millones de personas", advierte el relator de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter.

Este informe responsabiliza a las flotas industriales de la sobreexplotación de los océanos y aboga por el apoyo a la pesca artesanal, más capaz de combatir los excesos y de garantizar el acceso a la alimentación para las poblaciones locales.

"Los barcos industriales pueden aparecer como una opción económica, pero sólo porque las flotas reciben importantes subvenciones y externalizan los costos de la sobrepesca y el deterioro de los recursos", dice el experto.

Según el informe, el consumo de pescado representa el 15% de las proteínas animales consumidas en el mundo. En los países con bajos ingresos, este porcentaje puede llegar al 20% o incluso al 23% en Asia y al 50% en Africa occidental.

En al menos 30 países, un tercio de las proteínas animales provienen de la pesca.

Además, el sector permite vivir a 12 millones de pescadores artesanales, en particular en los países en vías de desarrollo.

No obstante, los recursos marinos se enfrentan a numerosos peligros: la sobrepesca (la renovación de las reservas no está asegurada), el destrozo que dejan los pesqueros de arrastre, el descarte de pescado, la pesca ilegal (de 10 a 28 millones de toneladas), la acidificación de las aguas y todo tipo de contaminación de las aguas.

La capacidad de la flota mundial, al menos dos veces superior a lo recomendable para permitir una renovación, explica en parte este deterioro de las reservas.

Además de la sobreexplotación de los recursos, la mundialización de los intercambios en el sector de la pesca agrava las amenazas a la seguridad alimentaria en algunos países.

Actualmente, cerca del 40% del producto de la pesca mundial se vende a nivel internacional, muy superior a productos como el arroz (5%) o el trigo (20%).

Pero la demanda internacional podría privar a la población local de estos recursos alimentarios, sin que ello beneficie realmente a las empresas locales, alerta el relator.

Y es que la Unión Europea, Japón, América del Norte, Rusia, pero también China y Corea del Sur tienen flotas comerciales que operan en aguas alejadas de su territorio.

Para hacer frente a esta situación preocupante, Olivier de Schutter propone varias ideas.

Entre otras, que se revisen los permisos de pesca concedidos a los grandes barcos fuera de su zona económica y se refuercen los controles.

Asimismo, propone crear zonas exclusivas para los pescadores artesanales (como en el lago Tonle Sap en Camboya), que las comunidades locales participen en la elaboración de las políticas de pesca y se apoye la creación de cooperativas de pescadores.

El informe destaca los esfuerzos en algunos frentes: reducción de las subvenciones a los grandes buques pesqueros y se creen zonas marinas protegidas.

Pero también recuerda las dificultades que hay para prohibir la pesca ilegal debido a la mala gobernanza de algunos Estados costeros o la falta de implicación de los Estados que albergan los grandes pabellones.

"Hasta ahora, la caída de la oferta de productos del mar por habitante sólo ha afectado al Africa subsahariana, pero podría también extenderse a los países y territorios del Pacífico", advierte.