No culpe a la nicotina, culpe al cigarrillo

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Chicago, Illinois. ¿Es la adicción a la nicotina la responsable de que cada seis segundos muera una persona debido al consumo del tabaco?

La mayoría de las personas y expertos dirían que sí, pero Delon Human – investigador y médico, presidente de la organización Health Diplomats que busca soluciones a los problemas de salud mundial— señala que no: el responsable de las muertes es la combustión del cigarrillo, el humo que emite cargado de más de 4.000 sustancias tóxicas.

Podría pensarse que es un asunto de semántica, pero va mucho más allá, tal como explicó Human frente a un auditorio en el hotel Hyatt Regency de la ciudad de Chicago, donde se lleva a cabo la reunión anual de la A sociación Americana para el Avance de la Ciencia (www.aaas.org).

La adicción a la nicotina, el efecto placentero que se obtiene al ingerir esa sustancia que hace que en la zona de recompensa del cerebro se libere más dopamina, lleva al fumador a encender cigarrillo tras cigarrillo, pero la sustancia en sí que causa la dependencia – la nicotina— no es la que causa el daño a la salud, advierte el experto. Según él, el daño es causado por la forma como se hace que llegue al cerebro, quemando el cigarrillo.

Para demostrar su punto, Human señaló el ejemplo de Suecia. A diferencia de la mayoría de los países europeos, donde cerca del 30% de la población es fumadora, los suecos fuman poco: solo el 15% de la población fuma y hay una región del país donde solo el 5% de las personas fuman.

El bajo índice de fumado va de la mano con un bajo índice de muertes por cáncer de pulmón.

No obstante, esto no significa que los suecos no consumen tabaco. Sí lo hacen, pero usando una mezcla de tabaco, agua y sal que forma una pasta que se pone entre el cachete y los dientes, conocido como snus.

Consumen tabaco, son adictos a la nicotina, pero no fuman y no desarrollan cáncer de pulmón.

¿Qué sugiere Human? A diferencia del consejo de dejar el cigarrillo del todo, que día tras día da a sus pacientes basado en el conocimiento de la medicina moderna, Human señala que quizás sería mejor no tratar de eliminar a la adicción a la nicotina, si no tratar de aminorar sus efectos cambiando la forma como las personas la consumen.

La tarea no es fácil pues la forma más rápida de obtener el “golpe” de la nicotina es fumando, en menos de un segundo desde que se inhala el humo, este llega al cerebro y activa la liberación de neurotransmisores que causan la sensación placentera, pero hay otras formas de obtener el efecto.

Por un lado, están los parches y los chicles de nicotina, pero por el otro están los cigarrillos electrónicos, la opción más práctica, según Human.

Si se promoviera el uso de estos aparatos entre las personas fumadoras se podría disminuir el impacto en la salud pública del abuso del cigarrillo, dice el experto.

Es más, según un análisis financiero del banco Wells Fargo, se espera que en una década el mercado de los cigarrillos electrónicos sobrepase el de los cigarrillos tradicionales.

Según Human, la nicotina, introducida a la corte francesa en el siglo XVI por Jean Nicot, es víctima de la mala fama: son los cigarrillos, no la nicotina la que causa el daño, insiste.

Además, señala que aún queda mucho por aprender de la nicotina, ¿por qué las personas fuman?, ¿produce cambios cerebrales?, ¿puede traer beneficios, servir como fármaco? Tal vez conozcamos una historia distinta de la nicotina en los próximos años.

Adicciones

Cuando pensamos en el problema de las adicciones, casi que instantáneamente nos trasladamos al problema del abuso de drogas ilícitas. El problema es real: en el mundo hay 230 millones de personas que utilizan drogas ilícitas; una cifra importante, un problema importante, pero que afecta a menos del 5% de la población adulta mundial.

Es el abuso de otras dos sustancias, ambas lícitas, las que causan el mayor problema a la salud pública mundial: el alcohol y el tabaco.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, cada año el alcohol es el responsable directo de 2,5 millones de muertes en el mundo; también las estadísticas de países como Inglaterra demuestran que el abuso del licor está presente en la mitad de los casos de ataques violentos a extraños, el 50% de los casos de violencia doméstica y el 30% de abuso infantil.

Por su parte, actualmente hay 1.300 millones de consumidores de tabaco y se calcula que al menos la mitad de ellos morirá por enfermedades relacionadas a ese hábito.