Madre alajuelense dona hueso para reconstruir cadera de su hijo

Menor de 10 años tenía tumor maligno que obligaba a remover la mitad de la pelvis. Cirugía, única en la literatura médica, involucró a especialistas de tres hospitales

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Todo comenzó en octubre pasado, cuando Freddy Josué Morales, de diez años, estaba jugando fútbol en la escuela. Le golpearon la rodilla y la cadera. Él no sintió dolor, pero cojeaba y se le dificultaba caminar.

"Lo llevamos a sesiones de fisioterapia; pasaron hasta tres semanas, y el mismo profesor de educación nos dijo que había algo raro. Fuimos donde un médico de familia, nos pidió unas placas y ahí comenzó todo. Ya el 6 de noviembre estaba internado y dio inicio el proceso", destacó Cindy Rivera, madre del menor.

La noticia no fue fácil de procesar para esta familia de San Rafael de Alajuela: sarcoma de Ewing, un tumor maligno que es muy raro. El Hospital Nacional de Niños (HNN) ve solamente tres o cuatro casos nuevos cada año. Sin embargo, es sumamente agresivo y mortal.

De acuerdo con Willy Bolaños, especialista en cirugía ortopédica oncológica de tumores óseos del HNN, en esta enfermedad las células malignas se reproducen en huesos o tejidos blandos y avanzan muy rápido, lo que aumentan los riesgos de metástasis (que se formen tumores en otras áreas del cuerpo).

"Afortunadamente, gracias a la colaboración de especialistas de tres hospitales y luego de muchas reuniones para discutir el caso llegamos a la mejor solución", destacó Bolaños.

La salida era una cirugía de reconstrucción especial, que nunca se había descrito en la literatura médica.

Para ello, Rivera debía ser donante. A su hijo debían removerle la mitad derecha de la pelvis y, para reconstruirla, necesitaban parte del hueso ilíaco (ubicado en la cadera) de su madre.

La reconstrucción se haría con ese hueso materno en combinación con un hueso de donante cadavérico.

"El hueso de donante vivo tiene las ventajas de que posee proteínas que no se ven en los donantes cadavéricos. Con solo un hueso de cadáver la reconstrucción no avanza tan rápido y esto es vital para un niño en crecimiento", explicó Bolaños, quien dirigió el procedimiento médico.

Sin pensarlo, Rivera dijo sí y donó parte de su hueso para salvar a su hijo y darle la calidad de vida necesaria.

"Son cosas que uno ni piensa. Todo lo que quiero es ver a mi hijo feliz. Y sé que esto le está dando calidad de vida. Yo veo cada paso que da y lo obediente que es con el tratamiento y sé que valió la pena", destacó la mañana de este miércoles durante una conferencia de prensa.

El procedimiento

Más de 50 profesionales de salud, entre ortopedistas, residentes de ortopedia, enfermeros, anestesiólogos pusieron su conocimiento para hacer realidad esta cirugía. Se contó así con personal de tres hospitales: HNN, San Juan de Dios y Calderón Guardia.

"El éxito no solo está en el procedimiento, si no en la capacidad de colaboración y organización del personal de tres hospitales", destacó el cirujano ortopedista Álvaro Carvajal, del Calderón Guardia.

La intervención quirúrgica se llevó a cabo el pasado 4 de mayo en el HNN y tuvo una duración de 10 horas.

La primera parte consistió en sacarle el hueso a su madre, posteriormente se eliminó el tumor en Morales y luego se le colocaron los huesos para reinsertarlo.

"Logramos extraer el tumor por completo, no quedaron células malignas. Reconstruimos la pelvis manteniendo toda la funcionalidad de los órganos internos y logramos recuperar en un 90% la función motora", apuntó Bolaños.

¿Qué sigue?

Tanto madre como niño siguen en observación. Ella en el Calderón Guardia y él en el HNN.

El menor debe seguir con quimioterapia y posteriormente con radioterapia.

La rehabilitación física también es importante, pero va mostrando avances. El pasado martes el niño logró dar sus primeros pasos con la ayuda de muletas.

"Es un paciente muy responsable y hace todo lo que el doctor le dice, siempre ha sido un niño muy maduro, pero esto lo ayudó a madurar más", indicó Freddy Morales, padre del paciente.

Su madre concluyó: "yo sé que él ya quiere estar jugando y pegando brincos, sabemos que llegará el momento en que pueda hacerlo, por ahora, le damos gracias a Dios y a la Caja Costarricense de Seguro Social, porque se logró tratar a tiempo".