Los perros también pueden sentir celos

Sus propietarios simularon jugar con un can de mentiras, entre varios objetos

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Nuestros mejores amigos de cuatro patas también sienten celos cuando sus dueños desvían su atención hacia otras cosas.

Un estudio realizado por dos psicólogas de la Universidad de California, en San Diego, sugiere que los celos no son una emoción exclusiva de los seres humanos.

Las investigadoras grabaron perros de diferentes razas, como chihuahua, schnauzer miniatura, maltés, pincher miniatura y salchicha, para medir sus reacciones mientras sus dueños simulaban jugar con objetos.

A los amos se les pidió que interactuaran con tres objetos: un perro de juguete, una linterna con forma de calabaza y un libro.

Las expertas observaron que la mayoría de las reacciones de los canes se suscitaron cuando su propietario simulaba jugar con el perro de mentira, programado para ladrar y mover la cola.

Al sentirse ignorados, los perros se abalanzaron sobre sus dueños, gruñeron o ladraron para intentar quitar del camino al “intruso”.

Según las psicólogas, estas reacciones comprueban la existencia de celos, aunque en una forma más primitiva, pues estarían asociados a la supervivencia.

“Estos perros intentaron quebrar la relación entre el dueño y el rival (el animal falso). Al parecer fueron motivados por la voluntad de proteger un vínculo social importante para ellos”, declaró la psicóloga Christine Harris. El estudio se publicó en Plos One.