La bóveda de semillas del Ártico recibió 50.000 muestras esta semana

En el Ártico se preserva una gran parte del patrimonio alimenticio global

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Helsinki, Finlandia

La bóveda "del fin del mundo" para guardar semillas, que está en el Ártico, recibió unas 50.000 muestras esta semana.

El gigantesco almacén, también conocido como el Arca de Noé, fue construido en el 2008 como salvaguarda ante guerras y desastres naturales que pudieran destruir las cosechas globales de alimentos.

La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, ubicada en el archipiélago Svalbard entre el territorio continental de Noruega y el Polo Norte, fue construida como reserva de seguridad para los otros bancos de semillas o germoplasma existentes en el mundo.

Parte de la muestras recibidas la semana pasada provenían del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA).

En el 2015, ICARDA solicitó abrir la bóveda para sacar 116.000 semillas con el fin de reproducirlas. Se vio obligado a hacerlo debido a la imposibilidad de accesar a su propio banco de germoplasma por consecuencia de la guerra en Siria.

En total, este centro de investigación devolvió a la bóveda cerca de 15.000 especímenes tras haberlos multiplicado y reconstituido.

El resto, 35.000 muestras, provenían de Benín, India, Pakistán, Líbano, Marruecos, Holanda, Estados Unidos, México, Bosnia y Herzegovina, Belarus y Gran Bretaña.

Actualmente, el Arca de Noé cuenta con 864.000 muestras de semillas, aunque posee capacidad para albergar unas 4,5 millones de muestras.

En sus colecciones, hay material genético de cultivos originarios de India y Oriente Medio así como del norte de África, Europa y América.

Costa Rica, a través del banco de germoplasma del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), envía periódicamente a esta bóveda, duplicados de material genético de cultivos como ayote, frijol y chile, entre otras especies a manera de resguardar una copia de seguridad.

"Si por alguna situación perdemos la colección, podemos solicitar los materiales y volver a establecerla", dijo Alexánder Salas, encargado del banco de germoplasma de Catie, en declaraciones dadas anteriormente a La Nación.

Asimismo, Catie envía semillas a otras bóvedas ubicadas en Taiwán y España. De esta forma, el patrimonio alimenticio se preserva.