Como una “bella durmiente” del espacio, la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) despertó de un largo sueño de 31 meses para emprender su misión de “cazar” al cometa 67P Churyumov-Gerasimenko y extraerle información sobre el origen de nuestro sistema solar.
Si bien la aventura de Rosetta había iniciado el 2 de marzo del 2004, fueron necesarios tres sobrevuelos alrededor de la Tierra y uno alrededor de Marte para acumular suficiente velocidad y lograr ubicarse en la trayectoria hacia el cometa. Debido a que la única fuente de combustible de Rosetta es la energía solar la sonda entró en una fase de “hibernación” inducida en junio del 2011 cuando se encontraba a 800 millones de kilómetros del astro rey. Pero 31 meses después de su sueño profundo, la sonda está localizada a solo a 673 millones de kilómetros del Sol y cuenta con suficiente energía como para seguir su viaje. Por eso le llegó la hora de despertarse y para eso fue programada una alarma que se activó ayer a las 4 a.m.
Sin embargo, a Rosetta le llevó más de 8 horas estirarse y desperezarse: era necesario un calentamiento de sus instrumentos clave, encender los dispositivos rastreadores de estrellas y estabilizar su posición . A las 12:18 p.m. (hora de costa Rica) Rosetta envió su señal a la Tierra la cual fue recibida con júbilo por un equipo de científicos en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania. Rosetta “saludó” a los habitantes de la Tierra a través de una cuenta de Twitter con un “¡Hola mundo!”, en 23 idiomas.
En busca del origen. Luego de su despertar , Rosetta pasó de ser una “bella durmiente” a una cazadora de cometas y una especie de arqueóloga espacial.
Su objetivo es perseguir y “atrapar” al cometa 7P/Churyumov-Gerasimenko para analizar componentes como gases, polvo y hielo así como el campo magnético, la composición, la gravedad y la temperatura. Todo ello con el fin de obtener pistas sobre el origen del sistema solar. Si el sistema solar fuera un edificio, los cometas son como las primera piedras. Por esa razón muchos científicos creen que estos cuerpos celestes guardan información fundamental sobre los procesos físicos y químicos ocurridos durante las primeras fases de formación del Sol y de todo el sistema.Rosetta debe su nombre a la famosa piedra que resultó clave para descifrar los jeroglíficos egipcios.