Jaime Fornaguera: ‘En el cerebro no hay prácticamente nada fijo’

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Desde el Centro de Investigaciones en Neurociencia de la UCR, donde es director, Jaime Fornaguera ha sido uno de los líderes en investigación cerebral en nuestro país.

Esta semana conversó con La Nación sobre los últimos avances de este campo durante el 2013 en el país y el mundo.

Una pregunta que nos hacemos con frecuencia es si la tecnología está afectando nuestras mentes. ¿Qué se descubrió este 2013 sobre este tema?

Esto ya se ve muchísimo en la conducta, pero no se ha podido medir en el cerebro. Sabemos que los niños han nacido con un chip: usted les da un celular y ellos saben usarlo. Lo que se espera con las neurociencias es tratar de ver si ha habido cambios en el cerebro, que es de esperar que sí, pero nadie ha podido todavía sistemáticamente probarlo, porque no ha pasado tanto tiempo.

Entonces, ¿es una evolución muy rápida?

Superrápida. Esto que voy a decir me lo imagino, pero no tengo aún datos: creo que es un cambio epigenético. Es decir, si ya una conducta tiene algunos genes que la controlan, esto es que la tecnología produce cambios en la expresión de esos genes.

”Sabemos que la nutrición produce cambios, que el ambiente produce estos cambios y la tecnología es parte del ambiente. O sea que, yo sí creo que algunos genes van a cambiar su expresión por la tecnología”.

A las personas hoy les preocupa mucho el llamado multitasking ; es decir, hacer varias tareas complejas a la vez. Esto, ¿nos está cambiando el cerebro?

Una de las cosas que se dice es que el multitasking cambia el cableado del cerebro, pero al respecto hay mucha literatura polémica. Por ejemplo, aquí tengo un investigador que ha demostrado que hay muchas cosas que uno no puede hacer al mismo tiempo.

”Siempre hay una capacidad limitada y como uno utiliza la memoria de trabajo, si usted quiere hacer muchas cosas, siempre tiene que hacer primero una.

”El multitasking no necesariamente es tan bueno porque les quita atención a procesos que requieren atención”.

¿Podría ocurrir que el cerebro se acostumbre a segmentar su atención y que evolucionemos a ser mucho más dispersos?

No creo que la evolución nos deje. Creo que hay momentos y que la epigenética puede hacer cambios, pero yo creo que los procesos vitales que requieren de nuestra concentración, van a ser favorecidos siempre. No puede ser que usted se ponga a conversar con alguien cuando está manejando.

”La evolución no puede ser que elija las condiciones que pongan en peligro mi vida o mi rendimiento. Lo que puede pasar es que nuestro rendimiento sea mejor en tareas relativamente simultáneas”.

¿Y será que nuestra cercanía con la tecnología nos está confundiendo para pensar que el cerebro es una computadora?

Yo lo que creo es que hemos decidido no ver la diferencia (entre ambos), porque es mucho más fácil así. No creo que la gente piense que somos iguales, sino que es más fácil decirlo, porque entonces si se puede meter en un sistema binario de ceros y unos, como la computadora, así puede explicarse ciertas cosas. Pero no creo que aquellos que están haciendo redes neuronales o inteligencia artificial, crean que el cerebro es una computadora. El cerebro es mucho más, especialmente cuando habla de la mente y el pensamiento.

Este año tomaron fuerza dos iniciativas gigantescas en aspiraciones y recursos. Ambas, una europea y otra norteamericana, buscan ir más allá de la anatomía del cerebro para entender su funcionamiento. ¿Cómo se diferencian?

Ambas están muy ‘en pañales’. El plan europeo es tal vez un proyecto mucho más global, que propone que muchos laboratorios se unan dando todos los datos recopilados, bases de datos gigantescas y hacer una base de datos para tratar de formar un cerebro virtual que esté más explicado.

¿Y el plan estadounidense?

Ellos están viendo desde modelos muy básicos de biología molecular como la mosca de la fruta, luego van caminando con especies más complicadas y dicen que algún día le llegarán al cerebro humano.

”Están tratando de descubrir tractos; es decir, las conexiones entre el sistema nervioso: cuál región se comunica con cuál. Ahora tenemos la historia muy segmentada y ellos quieren desglosar todas las posibles relaciones que establecen los sistemas nerviosos de organismos sencillos y llegar al humano.

”Yo lo veo complicado, aunque es bonito. Han encontrado tractos interesantes, pero el punto es que una mosca usted la toma ahora y saca su tractografía, pero cuando la mosca aprende algo, cambia. En el cerebro no hay prácticamente nada fijo”.

...pero tiene que haber una estructura base, ¿no?

Sí, se puede encontrar, pero hay que tener muy claro qué significa ser base. Agarre una mosca cuando nace y usted la puede tener aislada o con muchas moscas. El cerebro de la mosca aislada no es la misma que la que crece en grupo. Para mí eso es un problema. Encontrar esta base del cerebro es complicado.

Se habla mucho de la educación y estimulación temprana. ¿Sí se confirma que afecta?

Sí, pero con cuidado. Esto de la estimulación temprana fue una moda hace muchos años.

”No hay que jalarle el rabo a la ternera; el cerebro tiene una velocidad de desarrollo; no le pidamos más. Se ha descubierto que el exceso puede ser tan malo como la falta de estimulación. Mucho no quiere decir siempre mejor”.

El cerebro es investigado por el cerebro. ¿Hasta qué punto el investigador puede ser el investigado?

La ventaja de la neurociencia es que usted tiene datos. Simplemente usted se dedica a los datos y usted dice, cuando yo estoy aprendiendo, tengo tal región activa porque tal aparato me lo dice. Se es objetivo. Lo que siempre será subjetivo es la interpretación, ahí es donde está el arte de ser cuidadoso y responsable.

¿La ley de investigaciones biomédicas ha afectado el trabajo en neurociencias en el país?

Ha afectado mucho. Yo creo que uno de los grandes atrasos, de casi un siglo; no es posible que un país que se digne de decir que está tratando de desarrollarse, prohíba la investigación clínica, sin pensar en todo lo que están perdiendo los paciente.

”Siempre se ha dicho de no favorecer a una empresa, pero ¿pensaron alguna vez en todos los pacientes? Me parece una irresponsabilidad de los diputados.