Al Broomistega putterilli , un anfibio, y al Thrinaxodon liorhinus, un ancestro de los mamíferos, los sorprendió la muerte hace 250 millones de años acurrucados bajo el mismo techo.
Un equipo de científicos de Sudáfrica, Australia y Francia descubrió el fósil en una madriguera. Ahí yacían los esqueletos de dos vertebrados prehistóricos que no tenían ninguna relación entre sí, pues uno era un anfibio acuático y el otro un antecesor de los mamíferos.
El fósil fue hallado en la región semidesértica de Karoo, en Sudáfrica, según publica la más reciente edición de la revista científica Plos One .
Los animales murieron atrapados en la madriguera durante una inundación, concluyeron los investigadores luego de analizar las imágenes a través del uso de la técnica de rayos X.
El estudio reveló que el anfibio tenía sus costillas quebradas y probablemente buscó refugio en la madriguera en donde dormía el mamífero. Hace 250 millones de años la Tierra se vio azotada por varias catástrofes naturales que desencadenaron la llamada extinción masiva del periodo Pérmico-Triásico.
Entre los pocos sobrevivientes a ese exterminio ecológico estaban los “tatarabuelos” de los mamíferos. Los científicos creen que la excavación de madrigueras en las profundidades de la Tierra fue clave para su supervivencia.
El principal autor de la investigación, el paleontólogo Vincent Fernández, de la Universidad Wits de Sudáfrica, explicó que el patrón de convivencia de estas dos especies es extraño pues no se trata de la típica relación depredador y presa.
Aparentemente, el mamífero yacía en su madriguera en estado de estivación, una respuesta natural al exceso de calor y a la escasez de alimentos. En este estado aletargado no hizo ningún intento por desalojar al anfibio invasor que acudió a la madriguera al sentirse desvalido debido a sus fracturas.