Si 1995 fue un año flojo en acontecimientos astronómicos apreciables para el ojo humano, el presente será un año diferente y aquí, en Costa Rica, tendremos la oportunidad, entre otras cosas, de presenciar dos eclipses totales de Luna.
El fenómeno --aunque no tan espectacular como el eclipse total de Sol, ocurrido en julio de 1991-- no deja de ser un hecho trascendental que ocurre pocas veces, sobre todo cuando el ocultamiento de la Luna es total. Así es que prepárese, apunte fechas y aliste instrumentos.
El primero de los eclipses ocurrirá el 3 de abril. Según cálculos hechos por el físico y matemático José Alberto Villalobos, ese día el satélite de la Tierra se levanta a las 5:42 p.m. casi al este exacto, pero la fase parcial del eclipse se inicia a las 4:21 p.m y la totalidad será a las 5:26 p.m., por lo que tendremos la oportunidad de presenciar el espectáculo de ver la Luna levantarse totalmente eclipsada.
El segundo eclipse total ocurrirá el 26 de setiembre con la Luna en una posición más alta en el cielo. Según Villalobos, quien es aficionado a la astronomía, en esta oportunidad el primer contacto con la penumbra ocurre a las 7:12 p.m. y el inicio de la totalidad es a las 8:19 p.m. La totalidad termina a las 9:19 p.m.
Ambos fenómenos serán fácilmente visibles en todo Costa Rica y América, excepto en las zonas donde haya nubosidad o mal tiempo. Se puede ver desde el patio de cualquier casa, aunque para lograr fotografías o para una mejor contemplación es recomendable hacerlo en zonas oscuras, alejadas de las ciudades, especialmente en playas.
Un eclipse de este tipo ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna y la sombra de nuestro planeta va ocultando poco a poco al satélite y luego de unos minutos de oscuridad total comienza a verse de nuevo el llamado cachito lunar hasta que el astro alcanza de nuevo el plenilunio.