Una empresa privada pretende seleccionar a 24 astronautas de diferentes nacionalidades, para enviarlos a Marte, en el que parece ser un viaje sin retorno.
El proyecto se llama MarsOne y procura llevar a seres humanos al Planeta Rojo, antes del 2022.
“El objetivo de MarsOne es llevar a seres humanos a Marte. Necesitamos que el mundo se interese para hacer que esto ocurra”, dijo en abril del 2013, Bas Lansdorp, holandés cofundador de la organización.
Miles han contestado al llamado. Los requisitos que se piden son: que los interesados tengan 18 años o más, buen estado de salud, aptitudes de supervivencia y un buen manejo del inglés.
Eso sí, los interesados pagan un derecho de inscripción, cuyo valor depende del país. El costo del programa espacial está estimado en más de $ 6.000 millones.
MarsOne se procurará ese dinero por medio de patrocinadores, así como del cobro por la venta de derechos de retransmisión.
Científicos de la NASA y otras agencias espaciales han salido al paso y discrepan de la iniciativa.
“Aún son necesarios sistemas de propulsión más avanzados y mucha energía para mantener funcionando los sistemas que se necesitarían a bordo y en Marte”, comentó la ingeniera costarricense Sandra Cauffman, quien lidera la misión no tripulada MAVEN, que en setiembre próximo llegará a Marte para analizar su atmósfera.
Cauffman destacó que la forma de proteger a las personas y aparatos contra los efectos de los rayos cósmicos galácticos (GCR) y las partículas energéticas solares (SEP) aún no está resuelta.
Además, ninguna agencia estatal está dispuesta a realizar una hazaña que sea capaz de garantizar la seguridad de todas las personas involucradas durante la travesía y traerlas de regreso.