Educador cultiva curiosidad de alumnos con tecnología

Usa chats, videos y redes sociales para nutrir el interés delos estudiantes

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El docente Johan Brenes lo tiene muy claro: los alumnos prefieren “tener una red social o un celular en frente, antes que al profesor”. Sin embargo, él ha logrado hacer que la tecnología juegue a su favor para enseñar.

Este educador del Colegio José Daniel Flores, de Santa María de Dota, estuvo antes en el Colegio Técnico Profesional de San Pablo de León Cortés, donde logró crear una plataforma colaborativa.

Con herramientas como chats, videos y redes sociales, motivó a sus alumnos a convertirse en tutores virtuales de pares de otros tres centros educativos.

Los resultados: la nota grupal de su sección pasó de 87 en el 2012, a 94 en el 2013, en tanto Brenes ganó el segundo lugar en el Foro de Docentes Innovadores, organizado por la compañía Microsoft y celebrado en Barcelona, España, a inicios del pasado mes de marzo.

“Sabemos que hay muchos docentes que, gracias a una buena actitud y a procurar el cambio, han empezado a incursionar en el uso de la tecnología para lograr mejores aprendizajes”, indicó Kathya Fallas, jefa del Departamento de Investigación, Desarrollo e Implementación de la Dirección de Recursos Tecnológicos del Ministerio de Educación Pública (MEP).

En el Colegio de San Pablo de León Cortés, los estudiantes contaban con gran cantidad de recursos tecnológicos, recordó Brenes. Ahora, en el de Santa María de Dota, la situación es diferente, pero el ingenio del profesor y el entusiasmo que imprime en sus estudiantes continúan haciendo la diferencia.

“Este año que entró el profe Johan, le ha dado un giro a la especialidad (Electrónica para equipos de cómputo). En un mes hemos aprendido lo que no aprendimos en dos años”, comentó, entusiasmada, la colegiala Julia Ureña, de 18 años.

Motivados por Brenes, ella y sus otros siete compañeros se animaron a inspeccionar una bodega en el mismo colegio, colmada de desechos tecnológicos y consiguieron recuperar ¢5 millones en equipo.

“Hemos buscado los materiales necesarios, reacomodamos aparatos que ya parecía que no servían y los convertimos”, comentó Carlos Vega, de 17 años.

Con su esfuerzo lograron tener equipo para dotar el laboratorio donde reciben clases, las computadoras de la biblioteca y del laboratorio de biotecnología.

Incluso utilizaron respuestos de máquinas para arreglar un coffee maker y así poder disfrutar de una taza de café mientras aprenden.

Esa labor fue posible en apenas una semana. “Ellos tenían tanto apetito por aprender y trabajar, que han sido el motorcito para que esto funcione”, comentó el educador.

De la teoría a la práctica. El entusiasmo de los muchachos no siempre fue igual. Al inicio, Brenes detectó desmotivación en ellos.

Para determinar qué sucedía, se dio a la tarea de hacer un diagnóstico, y así descubrió que habían tenido malas experiencias de aprendizaje durante los años previos.

Además, se enteró de que casi todos eran amantes de la música: son bajistas, guitarristas y forman parte de un grupo experimental.

“Lo que hice fue combinar los conocimientos que ellos tienen que llevar a la práctica, con algo que les funcione para lo que ellos aman”, explicó Brenes.

Así, propuso a los jóvenes utilizar sus conocimientos en electrónica e informática, para realizar la instalación necesaria para un estudio de grabación. Este sería “un anzuelo” en el que ellos se engancharán para trabajar, comentó el docente de secundaria.

“Él es una persona visionaria y emprendedora. De la nada hace una obra de arte, nos ha enseñado que siempre hay que dejar un legado en los demás y él lo ha hecho, con el ejemplo que nos ha dado”, destacó Luis José Castro, 18 años.

Proyectos como este son bien recibidos por el Colegio de Santa María de Dota. Andrea Vargas, coordinadora técnica de la institución, explicó que se busca un enfoque de integración, no solo el aspecto técnico y profesional, sino también el humanístico y cultural.

La empresa Microsoft, organizadora del foro internacional donde Johan Brenes fue premiado, resaltó que los proyectos que suelen presentar los ticos se distinguen.

“Los docentes tienen un nivel elevado de integración tecnológica al proceso educativo. Utilizan la tecnología día a día; por eso sus proyectos son muy maduros”, destacó Krushenka Reyes, gerente de Educación de la empresa Microsoft Centroamérica.