Descubierto primer mapa tridimensional del zika

Tiene diferencias estructurales con respecto al dengue y fiebre amarilla

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Washington. EFE. El descubrimiento de la estructura del virus del Zika, que publica la revista Science, representa un paso clave para desarrollar futuros tratamientos y vacunas.

Detrás de este avance están los científicos Richard Kuhn y Michael Rossmann, de la Universidad de Purdue (EE. UU.), quienes determinaron la estructura del virus del dengue en el 2002 y la del virus del Nilo Occidental en el 2003.

Su investigación identifica regiones en el mapa del zika que son diferentes de otros virus del mismo género (flavivirus), como el dengue, el del Nilo Occidental o la fiebre amarilla.

Las regiones de la estructura que son únicas del zika podrían ser la clave para explicar las diferencias en cómo se transmite este virus y cómo se manifiesta la enfermedad.

“La estructura de los virus proporciona un mapa que muestra las regiones potenciales donde se podría atacar el virus con tratamiento terapéutico, que podrían usarse para crear una vacuna efectiva o que podrían mejorar la capacidad de diagnosticar el zika y de distinguir la infección de las de otros virus del mismo género”, explicó Kuhn.

Una pista prometedora. Por el momento no existe ni tratamiento ni vacuna para el zika y es necesario mejorar su diagnóstico, una tarea que se complica porque, en la mayoría de las ocasiones, no hay síntomas o bien, si los hay, estos son leves y similares a los de otros virus del mismo género.

“Determinar la estructura mejora nuestra comprensión del zika, un virus sobre el que se sabe muy poco, e ilumina las áreas más prometedoras para seguir investigando y combatir la infección” , sostuvo Kuhn.

El mapa tridimensional obtenido para el zika es muy similar a la de otros flavivirus, con el ácido ribonucleico (ARN) como único material genético y rodeado de una membrana grasa.

Esa fuerte similitud con otros virus del mismo género, como el dengue o la fiebre amarilla, no sorprendió a los científicos y supone un motivo de esperanza en el sentido de poder aprovechar los avances ya existentes en el desarrollo de vacunas, para lo cual, admitieron que esas “sutiles diferencias ” pueden ser la clave.

“La mayoría de los virus no invaden el sistema nervioso o el feto en desarrollo por la barrera hematoencefálica (las células entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central) y la barrera de la placenta, pero la asociación con un inapropiado desarrollo del cerebro en el feto sugiere que el zika sí lo hace ” , explicó Devika Sirohi, una de las investigadoras principales.

“No está claro cómo el zika accede a esas células y las infecta, pero quizás esas áreas de diferencia estructural puedan estar involucradas. Esas áreas únicas quizá sean cruciales y requieren más investigación” , añadió.

El equipo de científicos de Purdue determinó la estructura del zika con criomicroscopia electrónica, una técnica muy utilizada en biología estructural y en la que la muestra se estudia a temperaturas muy bajas. Para llevar a cabo esta investigación, el equipo de Purdue estudió una cepa del virus del Zika aislada de un paciente infectado durante la epidemia en la Polinesia Francesa.

El brote actual del zika en América, un virus nuevo en el continente, está rodeado de preguntas que la ciencia trata de responder a contrarreloj ante lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una emergencia de salud global.Su rápida expansión y las enfermedades que se le asocian han obligado a los organismos y agencias de salud a reconocer lo mucho que se desconoce sobre un virus que fue descubierto en 1947 en el bosque Zika de Uganda.