Mediante una simulación con agua superenfriada, científicos de la Universidad de Arkansas encontraron una nueva forma de agua líquida a una temperatura de 207 kelvin (-66,15 grados Celsius).
Con el proceso de superenfriamiento, un líquido puro llega a temperaturas por debajo de su punto de congelación sin convertirse en sólido. Al colocársele una partícula de hielo u otro material, el líquido superenfriado se solidifica.
Los científicos encontraron que a -66,15 grados Celsius, por algunos microsegundos el agua pierde densidad, formando una nueva fase de transición llamada “líquido-líquido”, antes de convertirse en hielo.
Según los investigadores, las propiedades del agua superenfriada son importantes para preservar tejidos y células con nitrógeno líquido, de tal forma que puedan descongelarse sin sufrir daño alguno.
Previamente, la fase líquido-líquido se había utilizado para explicar comportamientos anómalos del agua, pero esta es la primera vez que se verifica su existencia más allá de la teoría.
Los hallazgos se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.