Cabo Cañaveral. USA Elevado a diez metros del suelo, inclinado a 43 grados y con su brazo robótico extendido, el transbordador espacial Atlantis pareciera estar flotando en el espacio, en la que desde hoy será su casa en el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida, Estados Unidos.
Con una inversión de $100 millones, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) levantó una sala de exhibición que permitirá a miles de visitantes ver la emblemática nave espacial en un recorrido en varios niveles, con vista a 360 ° de esta.
El transbordador está tan cerca al público que es fácil observar las quemaduras en su coraza de cerámica provocadas cuando ingresó a la Tierra a más de 28.000 kilómetros por hora.
Además de la exhibición del transbordador, existe una réplica del telescopio espacial Hubble , un aparato que orbita en el exterior de la atmósfera la superficie de la Tierra. Fue nombrado así en honor del astrónomo Edwin Hubble y fue colocado en órbita el 24 de abril de 1990 en la misión STS-31 y como un proyecto conjunto de la NASA y de la Agencia Espacial Europea, al inaugurar el programa de Grandes Observatorios.
En honor a él, también se exhibe en la nueva muestra un teatro con pantallas que emiten las imágenes captadas por este telescopio, así como 60 atracciones interactivas.
Dentro del edificio se hace un paseo de imágenes y artefactos con tres objetivos: narrar la gran historia que escribió por 30 años el Programa del Transbordador Espacial, celebrar los 59 años del Centro Espacial y resaltar el futuro de la exploración del espacio.
Fuera de la estructura se levanta a 27 metros de altura una réplica de los dos cohetes blancos de combustible sólido, así como el tanque naranja de combustible líquido, complementos de la nave para poder salir del planeta Tierra.
El Atlantis fue el único de los tres transbordadores espaciales existentes que se quedó en Cabo Cañaveral, lugar que lo vio despegar en 33 ocasiones. Por su parte, el Endevour fue trasladado hasta el Centro de Ciencias en California, mientras que el Discovery ya es parte del Museo Nacional del Aire y el Espacio de la Institución Smithsonian en los Estados Unidos, ubicado en Washington.
La razón por la cual el Atlantis se quedó en Cabo Cañaveral radica en el cariño de cientos colaboradores de ese centro espacial, explica el propio cento.
Esa nave se llamó la de “los regresos” pues fue la que voló inmediatamente después de los accidentes fatales del Challenger en 1986 y del Columbia en 2003.
Además, aunque se había descartado, el Atlantis fue la nave que cerró la era de los viajes en transbordadores de la NASA en 2011.
Hoy, el Atlantis se convirtió en una pieza de museo y con ello se jubila oficialmente del espacio.