Agua le revela a la ciencia sitios donde habrá escasez

Proyecto analiza composición química del líquido para saber de dónde proviene

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Un grupo de investigadores le siguen la pista al agua para entender de qué zona proviene y cómo debería ser administrada para que nunca falte.

Desde mayo del 2014, un equipo integrado por ocho especialistas de la Universidad Nacional (UNA) y de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), realiza mediciones semanales y clasifica los pozos que administra esa compañía en toda la provincia.

Las muestras analizadas corresponden a aguas subterráneas y de precipitaciones. Esta tarea les permite conocer si las lluvias que abastecen determinada toma de agua proceden del Pacífico o del Caribe, información que resulta valiosa en época del fenómeno de El Niño, explicó Ricardo Sánchez, científico de la UNA y líder del proyecto.

“Si yo sé que este pozo se recarga con precipitación que viene del Pacífico, tengo que ponerle mucho cuidado al mantenimiento, saber cuáles zonas (poblacionales) dependen de él, porque la recarga de agua va a disminuir”.

Según Sánchez, si se sabe que el pozo abastece a unas 1.000 personas y se cuenta con información de antemano, se pueden tomar las previsiones necesarias para que esos habitantes no sufran por cortes de agua.

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Si las mediciones indican que el agua llega del Caribe, se considerará que, para un año con presencia de El Niño, y como generalmente llueve más en ese litoral, “entonces no me tengo que preocupar tanto y puedo manejar los recursos humano y técnico de una manera diferente”, afirmó el investigador.

Ganar, ganar. Esta iniciativa funciona gracias a un convenio específico firmado entre las dos entidades y cuenta con un presupuesto de ¢68 millones, de los cuales ¢40 millones fueron aportados por la ESPH.

El proyecto se desarrollará en un período de cinco años.

Durante ese lapso de tiempo, el equipo investigador pretende formar capacidades en los funcionarios de la empresa herediana para que luego ellos puedan continuar realizando este tipo de mediciones.

“Con este proyecto todos nos vemos beneficiados”, aseguró José Vargas, asistente administrativo de la ESPH.

“Como el muestreo que se hace en las nacientes y los pozos es tan continuo podemos saber que, por ejemplo en la naciente Sacramento –ubicada en las faldas del volcán Barva– disminuyó la producción de recurso hídrico en un 20% durante el mes de noviembre”, comentó Vargas.

Antes, para realizar este tipo de monitoreos tenían que esperar a que el encargado fuera cada mes a revisar y luego notificara. Ahora, la nueva información les permite ser más precisos y tener más certeza a la hora de planificar dónde perforarán un pozo para abastecer de agua a los vecinos de alguna zona.

Proceso. Las mediciones se realizan utilizando como aliados a los isótopos del agua, es decir, átomos de un mismo elemento –en este caso es oxígeno– que tienen diferente masa atómica.

Las moléculas de agua se componen de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

En la naturaleza, el oxígeno suele encontrarse con una masa atómica de 16. Sin embargo, también es posible hallarlo con una masa atómica de 18.

“Isotópicamente, las lluvias del Pacífico no son las mismas que las del Caribe. En el Pacífico, el agua tiene que ‘subir montañas’, pues viaja a través de la cordillera hasta el Valle Central.

”En el Caribe, se traslada por la planicie que es la vertiente caribeña y llega fácilmente por el Zurquí. Esto permite que esa agua esté enriquecida en oxígeno 18, debido a que no ha llovido tanto (no se ha encontrado con tantas montañas a su paso)”, detalló el líder del proyecto.

Esa señal o huella isotópica del agua es la que se utiliza en este trabajo para determinar de dónde proviene el agua que alimenta a las diferentes nacientes y pozos de la ESPH, los cuales además abastecen el Valle Central.