Las aguas del océano nunca paran de moverse. Su constante vaivén podría aprovecharse para generar energías limpias. Esta es la idea detrás del proyecto Ocean Grazer, una iniciativa liderada por la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, para crear grandes estructuras flotantes que generen electricidad con el movimiento de estas aguas.
Estas estructuras de 435 metros de diámetro y 255 metros de altura estarían hechas de concreto para resistir el golpeteo de las aguas. Al igual que un iceberg, flotarían en alta mar y podrían extraer energía de olas entre los cuatro y los 12 metros de altura.
Según los investigadores, las dimensiones considerables del Ocean Grazer le brindan estabilidad en alta mar, inclusive en condiciones climáticas adversas.
Igual que los gigantes trozos de hielo flotante, la mayor parte de la estructura estaría bajo la superficie. Ahí se ubican una serie de pistones y bombas que se activan con olas de diferentes tamaños para almacenar energía.
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La superficie del Ocean Grazer estaría cubierta de paneles y turbinas de viento para maximizar la generación de energías renovables.
Los investigadores del proyecto estiman que una estructura podría generar alrededor de 260 gigavatios por año de energía limpia, suficiente para dotar de electricidad a 70.000 viviendas. Esta producción energética es similar a la que genera una planta hidroeléctrica pequeña en nuestro país.
Gracias a un convenio existente entre la Universidad de Groningen y el Tecnológico de Costa Rica (TEC), dos estudiantes del país se han vinculado con este proyecto. En el 2016, Jennifer Brenes realizó una pasantía en los Países Bajos para realizar su tesis en Ingeniería Electrónica.
Este 2018, Joel Alpízar, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, viajará a la nación europea este mes de febrero y trabajará en el proyecto por cinco meses.
Jeniffer Brenes trabajó en el cálculo de la energía cinética, la energía que produce un cuerpo en movimiento, de los mecanismos de un prototipo del Ocean Grazer. Por medio de cámaras de video de alta calidad, Brenes se encargó de analizar estos videos para extraer datos sobre la energía producida por las olas y la eficiencia del prototipo para convertirlo en electricidad.
Joel Alpízar viaja para mejorar el sistema de control de los pistones del Ocean Grazer, encargados de convertir el movimiento de las olas en energía limpia. Para ello, Alpízar usará recursos de inteligencia artificial.
“El sistema de pistones requiere un control que se adecúe al tamaño de la ola que venga, para variar la potencia de los pistones en cada boya”, explica el estudiante del TEC.
“(En el proyecto) tienen un modelo que es muy costoso computacionalmente hablando (...), entonces lo que yo voy a hacer es agarrar un paradigma de inteligencia artificial, probablemente de redes neuronales, para hacer el modelo menos costoso en materia de procesamiento, y con la capacidad de aprender“, detalla Alpízar.
Tanto Brenes como Alpízar admiten que su inclinación por la investigación en energías renovables fue lo que los llevó a vincularse con el proyecto Ocean Grazer. Esta iniciativa está en etapas previas de investigación para demostrar la viabilidad del concepto. La Universidad de Groningen trabaja con varios asociados como empresas privadas y organizaciones no gubernamentales para llevar a cabo el proyecto.
Por David Vargas