Acompáñenos junto al Dr. Alberto Johanning a conocer el paso a paso del control prenatal

Todas las mujeres embarazadas, sin excepción, deben acudir periódicamente a los controles prenatales, para cuidar su salud y la del bebé que están esperando

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La primera visita al especialista médico consiste en hacer una historia clínica de la paciente: si ha tenido padecimientos, cuáles factores de riesgo presenta, antecedentes familiares que sean relevantes, etc. Además, se le realiza un examen físico para determinar en qué condición está iniciando la emocionante aventura de sentir una vida crecer durante los próximos meses.

El doctor Alberto Johanning, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital CIMA San José, explicó que en los primeros meses se debe efectuar un ultrasonido por la vía endovaginal, para comprobar que el embarazo vaya bien, saber que el feto está dentro del útero, revisar los ovarios e incluso determinar si se trata de solo un bebé o hay más en camino. Posteriormente, los ultrasonidos se realizan por la conocida vía exterior.

Uno de los puntos más importantes en el seguimiento prenatal ocurre entre las semanas 11 y 13, pues ya avanzó la formación del bebé, así que se puede establecer una mejor valoración y descartar la presencia de condiciones como el Síndrome de Down.

Las citas deben programarse una vez al mes, aunque de hecho es recomendable empezar el seguimiento desde antes del embarazo, cuando la mujer tomó la decisión de ser mamá. Esto se llama “Consulta de preconcepción”, para hacer una primera revisión, eventualmente un Papanicolau, un ultrasonido y revisar el ácido fólico, una medición que permite reducir el riesgo de malformaciones.

Una vez iniciado el proceso de seguimiento durante el embarazo, el Dr. Johanning (del Hospital CIMA San José) recomienda efectuar exámenes de sangre y orina en tres momentos: en la primera consulta, a la semana 24 y para el tercer trimestre.

Los ultrasonidos periódicos permiten determinar que el bebé está creciendo con normalidad, que la placenta está bien y otros parámetros relacionados con el embarazo.

— Doctor Alberto Johanning, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital CIMA San José

En la parte final de la gestación también hay que tomar una pequeña muestra de tejido de la vagina para descartar la presencia de la bacteria estreptococo agalactiae, que si está presente en la madre podría traspasarse al niño en el momento del parto y causarle complicaciones de salud.

Ver al bebé crecer les da seguridad a los padres, así que las citas prenatales también significan un beneficio en el plano psicológico. Todo esto redunda en un embarazo más tranquilo y que permitirá tomar con calma decisiones importantes; por ejemplo, si se hará un parto natural o será necesario recurrir a la cesárea.

Lo normal es que las pacientes encuentren las primeras citas de control prenatal un poco más “incómodas”, especialmente si van a ser mamás primerizas. Después, se pueden hasta convertir en una especie de actividad familiar en la que todos quieren adelantarse y conocer al nuevo miembro de la casa mediante el ultrasonido.