Todo Turismo: conociendo las montañas de Guanacaste

Cuando buscamos un destino de montaña generalmente no pensamos en Guanacaste. ¡Lástima!

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Sí, es un viaje largo. Bastante. Pero al llegar vale totalmente la pena. Sabiendo esto desayunamos bien y salimos de San José el sábado como a las 10 a.m. En comparación con otras horas, generalmente la Ruta 27 está más despejada a media mañana, por lo que esto hizo que ganáramos algún tiempo. Ya como a las 12:30 estábamos en Limonal. Hicimos una parada para almorzar y continuamos. Por cierto, el restaurante rico y barato, almorzamos con cerca de ¢4.000 por persona; está ubicado en la gasolinera de Limonal.

Nuestro destino era la zona del Rincón de la Vieja. Primero hay que llegar a Liberia (la nueva pista está inmejorable), luego seguir directo unos 15 minutos y meterse en la entrada de Cañas Dulces. Desde ahí, no se asusten, aún queda cerca de 1 hora de camino adentrándose en la montaña. Precisamente esa es la magia de nuestro destino: un lugar donde realmente podemos alejarnos de todo.

A disfrutar y descansar

Nos hospedamos en el Hotel Buena Vista Logde, un hotel lleno de aventura, tranquilidad y naturaleza. En las faldas del Parque Nacional Rincón de la Vieja, es un lugar con una amplia variedad de actividades para todos los gustos o ideal para quien desee simplemente descansar y despejarse. En la recepción nos explicaron cómo podríamos aprovechar el tiempo en el tobogán de agua, los puentes colgantes, en un tour a caballo, en las aguas termales o la piscina. Muchísimas opciones para solo un fin de semana. En este caso, recomiendo que por la distancia y por las actividades disponibles traten de visitar el hotel por al menos 3 días, 2 noches.

Eran como las 3 p.m. y decidimos ir a la habitación a dejar las cosas para aprovechar el tiempo. Suelo pasear con mi esposa y mi bebé por lo que las habitaciones son perfectas para ir en familia, son amplias y tienen dos camas. Ya instalados fuimos a conocer los puentes colgantes, es un recorrido de al menos 20 minutos bosque adentro, tan así que pudimos apreciar diversos animales, como aves e incluso pudimos ver un mono cariblanco. Una oportunidad perfecta para tomar aire fresco. Después no me quedé con las ganas de probar el tobogán de agua, cerca de 400 metros de velocidad, muy divertido.

Pero una de las principales atracciones del hotel son sus aguas termales. Ya cerca de las 5:30 p.m. fuimos a conocerlas. Para ello hay que internarse cerca de 30 minutos más en la montaña, claro en este caso te llevan. Hay una especie de tractor que sale constantemente con grupos de visitantes. Lo tomamos y nos tocó ver el atardecer de camino, espectacular. Ya estando ahí, pues nada, a descansar se ha dicho, las aguas termales nunca defraudan para esto.

Estuvimos ahí hasta las 7 p.m., a esa hora sale el último tractor de regreso al hotel. Llegamos a la habitación y fuimos a cenar. La gastronomía del hotel es realmente destacable, hay platillos muy originales y la verdad muy bien preparados. Yo pedí un Lomito Buena Vista, venía con una salsa de curry y brandy con muy buen término de cocción. Otra cosa positiva que debo mencionar es que el servicio al cliente es realmente amable, tanto en los saloneros como el resto de personal del hotel.

El silencio absoluto producto de la lejanía del destino hizo que la hora de dormir fuera realmente placentera, incluso nos levantamos bien temprano al día siguiente; además de que en la mañana te despierta el sonido de muchas aves y monos aulladores. Fuimos a desayunar y luego a la piscina, un área muy bonita y tranquila, donde podés aprovechar para tomar algo y refrescarte del calor. Por cierto, hace bastante sol, es buena idea llevar un buen bloqueador.

Ya para concluir los paseos siempre me gusta tomar un momento para descansar y bueno, pude aprovechar las hamacas que están frente a las habitaciones. Ya después de eso era hora de partir, un largo camino de regreso nos espera pero nos devolvimos convencidos de tomar en cuenta a Guanacaste cuando pensemos en visitar un destino de montaña. ¿Qué les parece si la próxima vez se escapan a las montañas del Rincón de la Vieja? No se arrepentirán e incluso, les dará menos frío.

Fotos del hotel

¿Qué le pareció este paseo? Si tiene alguna sugerencia de un lugar que le gustaría que visitemos, escríbame: steven.acosta@nacion.com