No es “robar la inocencia”...¡Se llama violación!

El 2 de agosto un sacerdote aprovechó la ocasión y felicitó a las niñas a quienes "su inocencia fue robada" y "decidieron" continuar con el embarazo.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El 2 de agosto un sacerdote aprovechó la ocasión y felicitó a las niñas a quienes "su inocencia fue robada" y "decidieron" continuar con el embarazo.

¡Cómo si se pudiera decidir sobre el cuerpo de las mujeres en este país! ¡Já!

Nótese que esto ocurrió durante la misa oficial de uno de los días festivos más importantes para la religión católica costarricense, dedicado a la Virgen de los Ángeles. Pasó en la Basílica de Los Ángeles en Cartago, es decir; el punto de la peregrinación de cientos de fieles.

El obispo Javier Román Arias mencionó a esas niñas como ejemplo de personas que "le dijeron sí a la vida en su vientre". Y no lo hizo en una ocasión cualquiera. Las puso de ejemplo durante una de las más importantes celebraciones católicas del país; un momento en el que todas las cámaras y lentes fotográficos están puestos en la Iglesia y en su homilía.

Ver más

via GIPHY

A ver, analicemos por un segundo el significado de "inocencia". Según la Real Academia Española es un "estado del alma limpia de culpa". Es decir; robar la inocencia de una niña es robarle ese estado de alma libre de toda culpa y comenzar a tildarla de culpable. Culpable de haber sido ultrajada. ¿Una niña es culpable de que la hayan violado? Eso es lo que nos hace creer la sociedad. Y lo que un 2 de agosto nos repite la Iglesia católica. Se repite el discurso de culpabilizar a la víctima. Y lo hace un obispo; una autoridad respetada por muchos fieles.

Yo siempre he pensado que las religiones se basan en el miedo. Sé que puede sonar extremista y eso es un tema para otro posteo, pero tenganme paciencia que les prometo que tengo un punto.

Imaginen a una niña pequeña, que haya asistido ese día con su familia a la homilía más importante del mes (o del año). Ella escucha ese discurso y, acostumbrada a no cuestionar los mensajes de una autoridad que se para junto a un altar, lo da por verdadero. Porque no conoce otra realidad y no puede permitirse pensar lo contrario.

Su familia, probablemente propensa a recibir los mensajes del sacerdote sin cuestionarlos, le dice que haga caso a lo que dice el obispo. Esa niña, inmersa en la religión que por tanto tiempo su familia le ha inculcado, no se atreve a cuestionarlo.

Al fin y al cabo, una persona importante para ella y su familia, en un día importante para su creencia religiosa, está felicitando el coraje de madres adolescentes que fueron violadas y dijeron sí a la vida.

Así es como esa niña puede crecer pensando en que si la llegan a violar, ella es culpable pues le quitaron ese estado libre de toda culpa y que, además, debe proseguir con el embarazo porque los líderes de la Iglesia católica creerían que de otra forma ella no podría ser "un ejemplo de la fuerza sobrenatural de las madres".

Esta última frase la dijo el obispo tras invitar a los fieles a visitar la Posada de Belén, un albergue, fundado por la Iglesia, que acompaña a las madres adolescentes para que puedan seguir adelante con sus hijos, una vez que cumplan la mayoría de edad. Allí podrían "acompañar a las niñas que les fue robada su inocencia y que a pesar de todo dijeron, 'sí a la vida en el vientre'. Esas muchachas son un ejemplo de la fuerza sobrenatural de las madres, que no es otra cosa que la gracia de Dios en sus vidas, que las empuja a dar siempre más de sí, tener valor y a conservar la fe a pesar de los problemas y dificultades", dijo el obispo textualmente.

Ver más

via GIPHY

No solo revictimiza a quienes sufrieron una violación (al igual que lo hacen las instituciones estatales al obligarlas a ver al violador durante todos los procesos judiciales), sino que también enaltece a quienes no optaron por un aborto tras ser violadas.

Leí por aquí, que una mujer que decide abortar, lo hará de todas maneras; sea legal o no. El hecho de que en Costa Rica exista un delito asociado, solo vulnera aún más la situación de estas mujeres.

Por ello, es falso decir que despenalizar el aborto es una forma de propiciar que las mujeres aborten arbitraria e irresponsablemente. ¡Abortar nunca es una decisión fácil! El hecho de que sea legal no quiere decir que todas las mujeres que queden embarazadas van a andar abortando por ahí. Lo que quiere decir es que les da el derecho a decidir.

Una mujer que decide abortar es valiente, porque se requieren agallas para hacerlo. También una mujer que prosigue con un embarazo producto de violación es valiente. Porque no es fácil vivir con eso y tampoco es sencillo tomar la decisión. Esto último, si fuera posible decidir, porque el aborto sigue siendo ilegal en Costa Rica.

Por eso, me parece muy irresponsable el mensaje de la Iglesia católica hacia "la defensa de la vida desde la concepción y hasta la muerte natural", usando como ejemplo a niñas que fueron violadas e imponiendo el parto como instrumento de control.

Es el machismo y la misoginia que aplauden a las maternidades impuestas a raíz de actos violentos. Quienes "roban la inocencia", es decir VIOLAN a las niñas y a las mujeres, son hombres que ejercen su poder sobre nosotras porque lo pueden hacer, porque la sociedad, la Iglesia y el Estado se los permiten. A nosotras las mujeres nos dicen que nos cuidemos, que no provoquemos, que no tengamos la culpa. A ellos nunca les piden que no nos violen.

Llamar "robar la inocencia" al crimen sexual es imperdonable.

La Iglesia católica debe perderle el miedo a la palabra "violación". Porque existe. Ocurre incluso dentro de sus propias paredes y hay cientos de casos que lo comprueban. No ganamos nada con maquillar una verdad que afecta tantas vidas. Como leí por ahí: son eufemismos que no ayudan en nada.

Ver más

via GIPHY