11 micromachismos: violencia que todos los días dejamos pasar

¿Cómo una señorita va a pedir cerveza mientras el macho de la mesa se deleita con las bondades diuréticas del té?

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1. "Esa de fijo es una vieja al volante" le escucho a mi papá mientras vemos a un conductor imprudente saltarse un semáforo, seguido de una estampida de improperios de los conductores que hacen fila obedientes. Todos hombres, claro.

2. El mesero del bar me pone el té frío de mi lado de la mesa y la cerveza va para mi novio. Obvio, ¿cómo una señorita va a pedir cerveza mientras el macho de la mesa se deleita con las bondades diuréticas del té?

3. "Vamos a este bar, hay barra libre para mujeres". Los hombres pagan para entrar, pero las chicas, como son el sexo débil y se emborrachan con una cerveza o dos, pueden tomar gratis. De todas maneras ebrias es más fácil ligárselas, quieran o no.

4. No basta con un "no estoy interesada" para que un hombre entienda que un NO es un NO. Con un "tengo novio" o un "estoy casada" suele ser suficiente para que el macho alfa se aparte porque ya sos propiedad de alguien más y no se puede entrar en su terreno.

5. "¿Para dónde va con esa falda tan corta?", "¿Se le olvidó el pantalón?". Frases célebres de mi señor padre cuando salía con mis amigos de la adolescencia. Ahora lo pienso y me gustaría haber tenido la claridad suficiente para contestarle: "Voy de fiesta vestida de invitación para que me violen". Porque sí: si te violan es porque te lo merecés, por zorra.

6. "¿Ya tiene novio?", "Ya la dejó el tren". Obvio, el heteropatriarcado en todo su esplendor: las niñas tienen que pensar en buscar a su príncipe azul (princesa no se vale) y a tiempo, que no les agarre tarde.

7. "Vea a ese mae. Corre como una doña". Esto lo he escuchado en múltiples ocasiones: durante partidos de fútbol, en el carro con amigos cuando vemos a alguien haciendo deporte o mientras vemos a alguien alcanzar el bus. Inserte el verbo que quiera y siga con "como una mujer". Insulto seguro para todo macho.

8. "Así no se expresa una señorita". Uy no, ¡qué barbaridad! Un insulto salió de la boca de una mujer toda frágil y correcta. Debe ser un error. ¡Sorry!

9. Ella es mujer y es frágil: hay que darle campo en el bus. Aceptar el campo si usted bien podría permanecer de pie es aceptar los "privilegios" que le da una sociedad machista. Está bien ceder el campo a una persona mayor, a una embarazada, a alguien que carga un niño o a una persona con muchas bolsas... Pero, ¿en serio por ser mujer usted acepta el campo y que la traten como el sexo débil? Doble discurso.

10. Aplaudirle a un hombre porque "ayuda" a hacer las tareas de la casa es el más común de los micromachismos. Ver como todo un milagro que el hijo de 26 años que aún vive con sus padres lave los platos un día es lo que nos tiene como estamos en esta sociedad.

11. "¡Veala cómo llegó vestida!" De este, con toda la pena, me declaro culpable. Es horrible, pero lo naturalizamos y nos creemos con el derecho de juzgar a otros y sobre todo, si son mujeres. Bodas, bautizos, graduaciones: chicas entaconadas, embutidas en vestidos incómodos, recontra peinadas y arregladas. ¡Y además van a ser juzgadas por como se ven! Qué si muy corto, que si muy tallado... Que así se ve gorda, qué la que se ve linda es porque se operó... De los hombres, nada... Igual andan con traje y no se gastaron un platal en irse a peinar al salón.

Faltan miles más... ¿A usted qué le ha pasado?

El micromachismo es una forma muy sutil de violencia de género: pasa desapercibido porque lo vemos como algo normal. Lo más triste: a veces surgen de las propias mujeres.