Optimismo en medio de la incertidumbre

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El COVID-19 provocó que en el 2020 Costa Rica sufriera la mayor contracción económica después de la crisis de deuda externa de los años 80. A esta situación se le añade un estado de salud delicado en las finanzas públicas, provocando que el espacio fiscal que tenía el Gobierno para responder contra la crisis fuera muy limitado.

En medio de ese contexto, el 2021 inicia con una económica golpeada por la pandemia y una necesidad de implementar una agenda de ajustes estructurales que lleven a las finanzas públicas a una senda de sostenibilidad. En términos de crecimiento económico, Grupo Financiero Mercado de Valores proyecta que Costa Rica crecerá 2,5% como resultado de una recuperación en las exportaciones ligadas a las zonas francas y una mayor inversión pública. Una vez más, el fuerte grado de apertura comercial de Costa Rica con el resto del mundo será el principal determinante del inicio de una recuperación, que tardará 2 años en volver a los mismos niveles de producción observados previo a la pandemia.

Además, en el corto plazo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) también jugará un rol clave dentro de la recuperación económica. Primero, permitirá reducir la incertidumbre en torno a las finanzas públicas, aspecto que ha perjudicado el dinamismo del consumo de los hogares y la inversión de las empresas a lo largo de los últimos 2 años. Segundo, el Gobierno al acceder a fuentes de financiamiento internacionales no aumentaría el costo de financiamiento para el sector privado, favoreciendo el dinamismo del crédito.

Sin embargo, los impactos favorables en el ambiente de negocios en el mediano plazo dependerán de la implementación de la agenda de ajuste fiscal. De acuerdo con estimaciones de Mercado de Valores, de aplicarse la reforma presentada al FMI, la deuda del Gobierno con respecto al PIB se estabilizaría en el 2023, pero el superávit primario de 1,0% se lograría hasta el 2024. Ese ajuste estaría explicado principalmente por la regla fiscal de gasto, que para el periodo 2022-2025 se estima que pondrá un límite en el crecimiento en torno al 1,3%. Esto sugiere que el próximo Gobierno tendrá grandes retos en términos de disciplina presupuestaria debido a que el crecimiento promedio del gasto del Gobierno Central en los últimos 5 años ha sido de casi 6,0%. Al mismo tiempo, se está asumiendo un compromiso con el FMI que los ajustes estarán en el gasto corriente y no en el gasto en capital, lo cual lo vuelve más retador.

En síntesis, el año 2021 muestra signos del inicio de una recuperación parcial para la economía costarricense y esta dependerá del acuerdo con el FMI, la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 y la recuperación de la economía global. Los riesgos de este escenario están sesgados al entorno político, principalmente por las señales que pueden enviar el Poder Ejecutivo y Legislativo que entrarán en una fase de intensa negociación política para aprobar el acuerdo con el FMI y los proyectos complementarios (Renta global dual, Impuesto a las casas de lujo, Reforma de Empleo Público, entre otros).