Economía costarricense navegando en tiempos de coronavirus

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El coronavirus ha cambiado las perspectivas para este 2020. Es una crisis global, de la cual Costa Rica no está exento. Será necesario que el país navegue esta situación utilizando sus fortalezas y sacando provecho a las oportunidades que surjan, gestionando al mismo tiempo sus debilidades.

La ruta hacia la recuperación no será fácil, es claro que deberá haber un balance entre la contención del virus y la reapertura de la economía. Por esto, dependerá de un esfuerzo en conjunto y disciplinado por parte todos los habitantes del país. La novedad de la situación requiere de innovación para resolverla.

Del lado de la población costarricense, seguir las indicaciones de las autoridades es el principal punto de acción contribuyendo así a la gestión sanitaria de la crisis y a la más pronto activación de las actividades afectadas. No se debe dejar de lado, el aprovechamiento correcto de los beneficios que genere el Gobierno para quien los necesite.

Las autoridades, aparte de atender la faceta sanitaria de la crisis, deberán tomar medidas para responder a las necesidades económicas. La recuperación dependerá de muchos factores. Incentivar y facilitar a la población la continuidad de formación en línea para la adquisición de habilidades, ayudaría a la reincorporación al mercado laboral. Se necesitará el fomento y fortalecimiento del empleo en los sectores más afectados. El sector privado como gran empleador y potencial empleador de la economía tendrá un papel clave. De la mano con lo anterior, se deberán reducir de forma gradual y ordenada las restricciones impuestas.

Se deben incentivar las alianzas entre empresas, así como de estas con el sector público, generando mayor sinergia y encadenamientos productivos. Un ejemplo de esto, son la alianzas público-privadas para el desarrollo de infraestructura. En esta misma línea, la agilización de trámites sería un gran aporte.

La suma de todas las anteriores, daría paso una recuperación de la confianza de los consumidores. Esto daría impulso al componente más importante para reactivar la economía, el consumo.