Ganar sirve para...

El regreso a la victoria de la Tricolor en sus últimos dos fogueos nos recordó lo que era la sensación del triunfo, pero implica muchas otras bonificaciones más

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Sé que el discurso automático del gremio futbolístico cuando aún no hay puntos en disputa es que el resultado no es importante, que se trata de ver a nuevos jugadores; que la curva de rendimiento se prevé para el momento justo; que el proceso de renovación no puede ser de golpe, bla, bla, bla. Todo esto se multiplica cuando se trata de selecciones.

Sin duda, esos argumentos son importantes, pero, en Costa Rica, es como si fuesen incongruentes con ganar. Es como si las premisas fuesen excluyentes unas de las otras, por lo que estamos, entonces, destinados a aguantar y llevar palo contra el que sea por un buen rato, hasta el momento en todo empiece a salir bien. Y no muchas veces termina saliendo bien...

Aunque fuesen duelos de preparación, ¿quién no sintió alegría, satisfacción y tranquilidad tras volver al triunfo ante Chile y Perú, después de lo que parecían eras mesozoicas?

Yo no sé si en algún momento ustedes hicieron los números; sin embargo, antes de vencer a los chilenos, teníamos dos triunfos y un empate en 17 partidos. Todos los demás, tragos amargos. Diay, por donde se vea, éramos un desastre.

No voy a vender humo y decir que ahora somos Brasil del 70, quizás solo fueron tres días de inspiración por varita mágica, pero al menos esas dos victorias son un salvavidas.

¿Para quién? Para todo ese gremio futbolístico que flotaba entre las excusas cuando no le ganábamos a nadie.

Por un lado, está Rónald González, quien puede que haya salvado su carrera internacional. En un gremio tan reducido como el nuestro, González siempre va a hallar trabajo en algún club tico, ¿pero afuera?… Apostaría a que se estaba quedando sin crédito. Si bien lo Federación lo manda a la guerra cada vez que estamos en crisis, un técnico no puede perder tanto. Ël mismo lo sabe.

Por el otro, están los jugadores. Embalsamarse con la victoria da confianza, tanto en el juego colectivo como en el individual. Les garantizo que cada uno se fue fortalecido a su respectivo club. Asimismo, ganar también pule el currículum, porque quien diga que un futbolista se cotiza igual en un equipo perdedor que en uno ganador, le aseguro que se equivoca. Solo Jorge Vindas, en Goicoechea en los años 90, pudo haber roto ese paradigma. En este instante sería interesante espiar en la oficina de Jafet Soto y ver cuántas llamadas entran por Allan Cruz en estos días, comparado a antes de los amistosos.

La Fedefutbol. También respira la Fedefutbol, porque le pone llavín a la puerta para evitar el éxodo de los anunciantes, que ya posiblemente se rascaban la cabeza por apostarle a la Sele. Es más, si su departamento de mercadeo es inteligente, debería vender pauta bajo el concepto de ¨la nueva etapa¨.

El ente, además, abrió el paracaídas para finalizar el descalabro en el ranquin FIFA, porque sí, el escalafón tiene su peso. Jugar contra equipos mejor ubicados permite al país sede promocionar de forma más atractiva los partidos. También la cuota que se cobra por jugar de visitante puede aumentar. Inclusive, los equipos ahora necesitan competir ante mejores ranqueados, porque las siembras como cabezas de serie en torneos de relevancia salen de ahí. Bonus a la ¨Fede¨: es capaz que uno o dos fiebres se dejan llevar y compran camisas, gorras, tazas o lo que sea que haya ahora en su merchandising. Plata es plata.

Y es que hasta el nuevo técnico Gustavo Matosas se ve beneficiado. Será una variable completamente superflua, pero apuesto a que el charrúa entrará al camerino de la Tricolor más motivado y no preocupado por tener que enseñarle a patear a los jugadores.

Para finalizar, porque sé que hasta ahora lo que parece es que prendí el ventilador (tal y como célebremente dijo alguna vez un entrenador tico), haré una mezquina línea de introspección. Les dejo lo que gana el sector del que soy parte: la prensa. Pues bueno, simplemente bajamos la guardia y con mayor o menor nivel de acidez o azúcar, hacemos publicaciones como estas, coqueteando con creer en la curva de rendimiento, el proceso, la renovación paulatina...