Mi viaje al mítico Mont Saint Michel; no cometa el mismo error

Visitamos ese hermoso lugar de Francia y en el video que acompaña esta nota conocerá esta comuna francesa localizada a 361 kilómetros de París. ¿En qué fallamos?

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Mont Saint Michel, Francia. Si en sus planes está ir a Francia, no dude en reservar un espacio de su itinerario para visitar este mítico lugar, ubicado en la región de Normandía, a 361 kilómetros de París.

Nosotros lo hicimos, con algunos aciertos y errores, que les comparto en esta nota para que usted no los cometa.

Pese a todo, igual disfrutamos de un lugar increíble.

Llegar al Mont Saint Michel es impresionante. Si la marea está alta, es una isla; pero si está baja, incluso puede caminar donde horas antes estaba repleto de agua. En el siguiente video, podrá vivir nuestra experiencia.

---

Luego de disfrutar del encanto de París, tomamos un tren a la ciudad de Rennes. Llegamos alrededor de las 11 a. m., fuimos al hostal a guardar nuestros salveques y buscamos en qué irnos al Mont Saint Michel.

Era un domingo y el transporte público no era tan eficiente ese día.

Teníamos dos opciones: tomar un bus de Rennes al Mont Saint Michel o irnos en tren. Si escogíamos este último, debíamos bajarnos en la estación Pontorson Mont Saint Michel, y de ahí tomar un autobús urbano.

Escogimos esta última forma.

El problema fue al llegar a Pontorson; el bus urbano tardaba casi dos horas en salir. Aprovechamos para recorrer ese sitio, aunque prácticamente todo estaba cerrado y muy poquísimas personas estaban en la calle.

Al fin llegamos al Mont Saint Michel. Recorrimos sus callejuelas, disfrutamos del encanto que muestra y regresamos a Rennes, a pasar la noche.

Al día siguiente, tomamos un vuelo a Niza, para ir a Mónaco.