Irlanda, un imán para ticos que quieren aprender inglés y trabajar (en lo que sea)

Este país europeo se caracteriza por recibir a decenas de extranjeros y poco a poco se instala entre los destinos de los ticos. ¿Qué se debe hacer? ¿Es tan fácil migrar?

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Limerick, Irlanda. Una brisa fresca golpea suavemente mi rostro mientras camino a un lado del río Shannon, una tarde en esta pequeña pero hermosa ciudad ubicada a unas dos horas y media de Dublín, la capital de Irlanda.

Este es tan solo uno de los tantos lugares de Irlanda donde abundan los extranjeros, sobre todo latinos, entre ellos costarricenses.

Ellos llegan a este país con dos propósitos, aprender inglés y de paso buscar algún empleo por el tiempo que esté vigente la visa de estudiante.

Irlanda se convirtió en un imán para ticos y otras nacionalidades por las facilidades para ingresar y la opción de encontrar un empleo rápido, en ocasiones en tiempo récord.

Mudarse a esta nación europea como estudiante de inglés es relativamente sencillo si cumple estos requisitos: tener en sus manos una carta de aceptación de algún instituto autorizado de enseñanza de inglés, disponer de €3.000 para subsistir mientras consigue un empleo y contar con pasaporte vigente.

No necesita tramitar un visado antes de tomar un vuelo a Dublín, sino que al llegar al aeropuerto de esa ciudad muestra los requisitos al agente de migración y obtiene un aval provisional.

Una vez que le sellan el pasaporte, dispone de tres meses para ser atendido por las autoridades migratorias, para tener el visado de estudiante definitivo. Para ello, debe solicitar una cita por correo electrónico.

Como suele suceder en la mayoría de países, la atención es un poco lenta debido al número de solicitantes. La espera puede ser incluso de dos meses.

La visa de estudiante para este programa de aprendizaje del inglés con derecho a trabajar tiene una vigencia de ocho meses, que se dividen en seis meses de clases y dos meses libres para que pueda conocer el país u otras naciones europeas si así lo desea.

Puede renovarla hasta completar un máximo de dos años, si se vuelve a inscribir en las clases. El costo de la visa es de €300 (₡186.000).

Un detalle es que las academias le cobran por adelantado el curso, al menos la primera vez. El pago debe hacerlo desde Costa Rica (o su país de residencia) para que le envíen la carta de aceptación.

En cuanto a las opciones laborales, es posible conseguir empleo sobre todo en el área de servicios, como en hoteles, restaurante, supermercados y otros. El permiso es para trabajar medio tiempo excepto en temporadas altas. Muchas veces este paso es sencillo, debido a demanda alta de personal.

Lo que no es nada fácil es conseguir un hospedaje. La cantidad de extranjeros que llegan atraídos por este programa, sumado a la falta de nuevas construcciones, provoca una saturación que eleva los precios de la renta.

Las opciones consisten en rentar alguna habitación en un departamento y compartir las áreas comunes (cocina, sala y baño) con los demás inquilinos. Si tiene suerte, solo paga €500 mensuales (₡310.000).

No obstante, debe buscar, buscar y buscar ese hospedaje. Esa tarea puede ser muy estresante.

Lo cierto del caso es que Irlanda es un país hermoso, sus residentes son amables y están muy acostumbrados a los extranjeros.

En el siguiente video los doy más detalles sobre este programa académico y laboral.

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