Motor fiscal para los autos

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En un país con 1.272 exoneraciones fiscales vigentes y una proyección del déficit financiero en el Gobierno del 6,2% de la producción para este año, es obligatorio promover una discusión cuidadosa y seria antes de sumar una exención más.

Por eso, aunque la propuesta de exonerar impuestos a los vehículos híbridos y eléctricos nuevos responde a fines muy razonables como la preservación del ambiente y el resguardo de la salud humana, hay aspectos que podrían mejorar su relación costo fiscal-beneficio.

El proyecto de ley que se tramita con el expediente N.° 19.744 libera a estos vehículos del pago de la totalidad de los impuestos selectivo de consumo y de ventas y del tributo de 1% del valor en aduanero, además de beneficios como la exoneración del derecho de circulación.

La medida aplica por igual para la tecnología híbrida recargable (vehículos impulsados con energía eléctrica y otra fuente), y la eléctrica 100%. Sin embargo, en Alemania, donde esta semana se aprobó un paquete de estímulos para los autos eléctricos se adoptó un tratamiento diferenciado, donde los totalmente eléctricos reciben un incentivo mayor que los híbridos, en vista de que estos últimos, generalmente, usan combustibles fósiles.

En Costa Rica, la exención es por cinco año al final de los cuales (o antes) se espera tener al menos 100.000 unidades en circulación, un 7% de la flota nacional actual.

Es positivo que la exención tenga vigencia definida, pues como ha reiterado el Estado de la Nación en varios informes, las leyes que exoneran impuestos tienden a ser ambiguas y eternas. Al margen de eso, la meta de 100.000 vehículos es ambiciosa frente a la de Alemania, donde se alcanzaría un millón de autos al 2020, el 2,2% de su flota.

Tampoco hay que perder de vista que los vehículos eléctricos son costosos. Este martes,La Nación publicó que el Nissan Leaf, un modelo relativamente pequeño, podría ofrecerse el otro año en $45.000; en Estados Unidos, donde los carros son más baratos, ese mismo vehículo se vende desde $29.000; o bien, allá se puede pagar $26.000 por un diminuto Chevrolet Spark EV y $43.300 por el BMW i3, que aquí saldría en unos $50.000.

Conocer más del mercado de los vehículos eléctricos (oferta, precio) es un paso decisivo para dar opciones que se ajusten a distintos presupuestos, más cuando se sabe que la flota de automóviles del país tiene una edad promedio de 16 años, y que el mayor reto es crear condiciones para que los dueños de estos carros viejos se pasen a tecnologías más limpias y eficientes.