Zapping: Hermana mayor, hermana menor...

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Hace unos tres años, cuando empezaba con esta columna, hice un repaso de los mejores programas televisivos que veía mi hija. Desde entonces, sus gustos de sintonía son, para decirlo en sencillo, mayores.

Empecemos porque ahora Emma –hoy de cinco años– manipula el control remoto con maestría, lo cual la liberó de la dependencia a sus padres para actos básicos como cambiar canales o subir el volumen. Afortunadamente, la mayoría de los canales infantiles son consecutivos, lo que ayuda a que no termine viendo una balacera a las 8 a. m. en Space o FX.

Si cuando redacté aquella columna la lista de espacios preferidos de la niña incluía títulos como Los Imaginadores , Backyardigans , Lazy Town y Dora la Exploradora , hoy cuesta que les preste mayor atención, al igual que a buena parte de sus otrora estaciones predilectas: Discovery Kids y Disney Jr.

El viraje se ha dado más bien hacia Disney XD, Nickelodeon, Cartoon Network y Disney Channel, donde se transmiten programas para niños que ya superan la oferta preescolar. Ahí el material para chiquillas metidas a grande sobra, con series de comedia juvenil que están muy bien logradas, como A todo ritmo , Escuela de talentos , Jessie , iCarly, Los Guerreros Wasabi y Victorious . En cuanto a los animados, hoy es común que juntos nos sentemos a ver verdaderas genialidades como Kick Buttowski y Phineas y Ferb (esta última ya tiene espacio entre las fábulas que más he disfrutado en toda mi vida).

Si bien hay canales que ofrecen también algún tipo de programación infantil, con la mayoría hay que tener cuidado, pues cuando menos se le espera, aparece un anuncio sobre algún programa que nada tiene que ver con niños. El caso más patético de esto se da en Golden –canal de cable de Televisa–, que los fines de semana suele transmitir en las mañanas películas de Barbie... intercaladas con anuncios de la narconovela de turno.

Otro cambio importante en el consumo infantil de la tele en mi casa es que ya Emma no está sola y ahora debe compartir programas con una hermana de un año y cinco meses. Sí, con una bebé a la que sí le hace gracia Barney , El club de Mickey Mouse y Pocoyo .

Aún así, creo que será inevitable que Luciana crezca con una afinidad a los gustos de su hermana mayor: en casi todas las casas es así. Recuerdo que en mi infancia mi condición de hermano mayor me dio mucho poder de decisión sobre el tele y no hubo mucha discusión con mis hermanos sobre cuál canal o programa ver, al punto de que hoy los tres recordamos con la misma emoción a Los Gobots , El Chavo y He-Man .

Además, sumémosle a esto que la actual generación de niños consume producciones que les llegan por otros medios. Así es como gracias al celular hemos seguido gran parte de las películas de Monster High , la franquicia de maravilloso espanto que Mattel generó para ponerle competencia a sus ya tradicionales muñecas Barbie (levanten la mano los papás que sí saben diferenciar a Draculaura de Frankie Stein).

Al ser mi casa territorio de niñas, admito que quedo debiendo en la actual oferta televisiva para varones. Según cuentan mis sobrinos y los niños del kínder al que asisten mis hijas, a los ya mencionados Kick Buttowski y Phineas y Ferb hay que sumarles al omnipresente Ben 10 , que vendría a ser lo que Mazinger Z significó para mi generación.

Y que quede en actas: el peor programa infantil hoy es Los padrinos mágicos . Tremenda basura. 1