Vecinos de Nueva Cinchona se sienten “cómodos y felices” en su hogar a tres años del terremoto

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San José (Redacción). Con una entrada típica de un condominio, casas amplias con dos o tres cuartos, jardines y con muchos vecinos, los pobladores de Nueva Cinchona dicen sentirse “cómodos y felices” en su nuevo hogar.

A tres años del terremoto que destruyó Cinchona, y a ocho meses de que los afectados se trasladaran a este nuevo lugar, las comparaciones y recuerdos parecen ser inevitables.

En el lugar viven 91 familias, quienes cuentan con servicios como agua y luz, pero a las que les hace falta teléfono fijo, una iglesia, Cen-Cinai, escuela, comercios y " tierra para sembrar".

Rafael Rivera, quien perdió todas sus pertenencias en el terremoto, confesó que la Nueva Cinchona “es mejor” que en donde vivía antes de la sacudida de 6,2 grados.

“Aquí tengo una casa grande, comodidad, una buena carretera... aquí está bien todo. Yo me siento muy feliz y agradecido”, dijo Rivera quien vive solo en una amplia casa con dos cuartos.

Por su parte, Gabriela Rodríguez, ama de casa y madre de dos niños, dijo que lo mejor del nuevo hogar es que viven todos los vecinos de la antigua Cinchona, unidos como familia.

“Estamos muy contentos, estos ocho meses han sido muy bonitos. Esta casa me queda más cerca de la fábrica El Ángel que es donde trabajo... Aunque todos sabemos que nunca va a ser igual que hasta hace tres años”, comentó la madre de familia.

Este mismo sentimiento lo comparte Flor Álvarez quien, aunque está muy contenta en su nuevo hogar, no deja de extrañar su antigua vida y considera que hacen falta muchas cosas para estar mejor y poder igualar la antigua Cinchona.

“La queja común entre todos los vecinos es la falta de espacio para sembrar, muchos de ellos son agricultores y estaban acostumbrados a eso. También hace falta una escuela, un Cen-Cinai y pulperías donde adquirir cosas”, añadió Álvarez.

A pesar de que las víctimas del temblor sienten que se están recuperando de la tragedia, cosas como la libertad de tener animales, siembras y amplio espacio en una finca, son un anhelo que comparten los habitantes de la Nueva Cinchona.