Ciudad del Vaticano. Ante la realidad de una acción militar en Afganistán, un cardenal admitió la dificultad moral de decidir la forma de combatir al terrorismo, sosteniendo que la Iglesia Católica no puede condenar nunca la violencia pero el derecho a la legítima defensa existe.
El cardenal de Milán Carlo Maria Martini, que asiste en Roma al Sínodo de Obispos de todo el mundo, dijo que el tema del terrorismo surgió en la reunión de un mes.
``La Iglesia no le da permiso a este u otro gobierno'' para que libre una guerra, dijo Martini, considerado por algunos observadores como candidato a suceder al Papa. ``Nunca le puede decir sí a la violencia, aunque reconoce el derecho a la legítima defensa y la erradicación de los semilleros del terrorismo''.
Pero expresó el temor de que ``al tratar de erradicar el terrorismo se corra el riesgo de crear o fomentar nuevos semilleros''.
El papa Juan Pablo II, según su vocero Joaquín Navarro Valls, apoya los esfuerzos por llevar ante la justicia a los responsables de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos pero se opone a que el proceso cueste vidas inocentes.
La Iglesia también destacó que toda acción militar debía ser proporcional al objetivo.
``La condena al terrorismo es unánime entre los obispos, como la compasión por las víctimas y sus familiares, pero todo eso no debe distraer nuestra atención de las injusticias internacionales y la pobreza, que no son la inmediata causa del terrorismo pero están de alguna forma en la raíz'', expresó Martini.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Editora nacion.com Fuente: agencias.