Una vacuna en un parche ¡es posible!

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Todos hemos llorado por culpa de las vacunas. Siendo niños, una chupa- chup era el consuelo después del doloroso pinchazo en la oficina del doctor. De grandes, debemos aguantar el dolor con valentía y sin el atenuante de una golosina.

Ahora, todas esas lágrimas pueden convertirse en cosa del pasado gracias al invento de unos científicos del Instituto Tecnológico de Georgia y la Universidad de Emory: un pequeño parche que contiene cientos de agujas microscópicas que, al ser puesto sobre nuestra piel, realizan la inmunización sin causar dolor alguno.

Además de evitar el incómodo pinchazo, la nueva tecnología también facilita el acceso a las inmunizaciones pues, al dejar de lado las inyecciones, no hace falta personal calificado para aplicar la vacuna, uno mismo puede vacunarse.

Así, estos parches podrían ser la solución para poder ofrecer vacunas a todos los habitantes del planeta, aún aquellos que viven en los sitios más remotos.

El invento también resulta ideal cuando, ante un brote de un virus, se desea vacunar a una población de forma rápida. Bastaría con solo enviar los parches por correo y que cada uno se lo aplique.

Sin embargo, surge una pregunta: ¿estos parches, con sus cientos de microagujas que penetran la piel, logran ser tan efectivos como una vacuna tradicional que se aplica de forma intramuscular?

Para contestar esa pregunta, el equipo de investigadores, liderados por Mark Prausnitz, confeccionó parches de la vacuna de la influenza, la gripe común.

En el laboratorio, vacunó a un grupo de ratones con los parches, a otro grupo con la inyección tradicional y a otros los dejó sin inmunizar.

Un mes después de la vacunación, expuso a los pequeños roedores al virus de la gripe.

Tanto los que fueron vacunados con el parche como los que recibieron la inyección no enfermaron, según reportan los científicos en el estudio que se publicó ayer en la revista Nature Medicine .

El parche aún debe ser probado en humanos para determinar su efectividad, pero con suerte en unos años ya no sea necesario un pinchazo para vacunarse.