¿Una maratón es buena para su corazón?

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El saber popular dice que “nada en exceso y todo con medida”. Esa lección de vida se aplica prácticamente a todo, incluso al ejercicio físico, según revela un nuevo estudio científico.

Todos sabemos que la actividad física es de las mejores cosas que podemos hacer para llevar una vida saludable y mantener a nuestro corazón sano.

Una rutina diaria de ejercicio es una excelente medicina para prevenir la enfermedad cardiovascular.

Quienes se ejercitan de forma regular tienen, en promedio, una esperanza de vida siete años más larga que quienes son sedentarios y la calidad de su vida, además, es mejor.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando uno se ejercita en exceso? ¿Se puede dar una sobredosis de ejercicio?

James O’Keefe, investigador del Instituto del Hospital Saint Luke, en Kansas, EE. UU., señala que sí: someterse a entrenamiento intenso de ejercicio de alta resistencia, como el que realizan los maratonistas o triatlonistas, puede llevar a cambios estructurales en las grandes arterias y el corazón que pueden desembocar, en algunos casos, en peligrosas arritmias.

En un estudio que publica hoy la revista Mayo Clinic Proceedings , O’Keefe y sus colegas describen por primera vez los cambios fisiológicos que pueden presentar los atletas de disciplinas de alta resistencia y explican por qué en la población de atletas veteranos se da cinco veces más la prevalencia de fibrilación atrial, desorden en el ritmo cardiaco que causa latidos irregulares y rápidos, y también dan pistas de por qué se presentan de forma muy esporádica (en uno de cada 40.000) la muerte repentina de atletas en competencia.

Para prepararse para una maratón, triatlón o una competencia ciclística de alta resistencia, una persona realiza entre cinco y 10 veces más ejercicio que el que se recomienda para llevar una vida saludable. Ese exceso de ejercicio, al igual que el correr una maratón o vuelta ciclística, tiene un impacto en el corazón: su funcionamiento varía y presenta mayor esfuerzo en su lado derecho.

Ese cambio permanece hasta por una semana después de la competencia, pero luego el corazón regresa a trabajar de forma normal.

No obstante, en algunos atletas que realizan estos esfuerzos de forma contante a lo largo de años, ese cambio temporal puede llevar a la aparición de lesiones permanentes en el corazón que llevan a que se presente la fibrilación atrial que produce las peligrosas arritmias: un pequeño estudio en un grupo de atletas de alta resistencia encontró que la condición se presentaba en el 12% de ellos.

O’Keefe y sus colegas advierten que sus hallazgos no son un motivo para que quienes realizan ejercicio de alta resistencia dejen de hacerlo, pero sí es una llamada de atención a la importancia de tener un cuidado especial y monitoreo de qué efecto está teniendo ese ejercicio sobre su corazón.

Para las personas que no somos maratonistas, el consejo médico sigue siendo el mismo: hacer ejercicio entre 30 y 60 minutos cada día, la medida exacta; ni mucho ni poco.