Un vistazo a los primeros desfiles del 15 de setiembre

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Este 15 de setiembre, desde muy temprano, miles de estudiantes desfilarán por las calles del país para conmemorar un aniversario más de la Independencia.

El tradicional cierre de las celebraciones patrias tiene su origen hace más de un siglo, y nació con tintes de una fiesta infantil.

Desde 1821, los políticos intentaron establecer una celebración civil para recordar la independencia de Costa Rica. Sin embargo, durante ese siglo, los actos que se organizaban cada 15 de setiembre dependían del Gobierno y los municipios locales, y tenían el aspecto económico como su principal obstáculo.

“Así, en 1899, comenzó a llamarse a los niños para que fuesen a las escuelas el 15 de setiembre a representar diálogos, escuchar discursos y recitar poemas. También deberían cantar los himnos patrióticos que habían aprendido en la escuela gracias a la materia ‘canto’”, cuenta un artículo del profesor de Historia David Arce Arias, publicado en el suplemento Áncora.

Los educadores aprovechaban la ocasión para enseñarle a los niños los símbolos de la nación, por lo que los actos conmemorativos se convirtieron en una lección cívica para toda la comunidad, involucrada mediante varios actos como los desfiles por la calle.

“En marcha, con paso militar, los párvulos tomaban las calles de las villas, dispuestos a hacer evidente la alegría del día a la población. Además, muchos padres acudían a la reunión en el plantel educativo para observar la participación de sus hijos”, añade el artículo del profesor.

La fiesta escolar se extendió por todo el país; en San José, los desfiles terminaban en el parque Morazán, mientras en las zonas rurales finalizaban en la iglesia o la municipalidad.

A partir de 1915, la administración de Alfredo González Flores empezó a disminuir la cantidad de militares que participaban en las actividades del 15 de setiembre y a sustituirlos con escolares.

Con bandas, banderas, bastoneras y trajes típicos, la imagen de Costa Rica como nación pacifista terminó de fortalecerse y los desfiles se convirtieron en la fiesta estudiantil que disfrutamos actualmente.