Un año después... casas rifadas por PUSC están sin construir

Ganadores alegan que materiales que obtuvieron resultaron insuficientes

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Hace casi un año, al calor de la propaganda electoral, el PUSC tuvo la inusual idea de rifar siete casas prefabricadas, entre personas pobres, para celebrar su cierre de campaña antes de las votaciones nacionales.

Los candidatos del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) hicieron sorteos en parques de las siete cabeceras de provincia para escoger a los ganadores, el sábado 30 de enero del 2010.

En el parque Central de San José, el propio excandidato presidencial y actual diputado, Luis Fishman, alzó la tómbola a fin de premiar a algún josefino.

Al cabo de 11 meses y una semana, La Nación buscó a los siete ganadores (uno por provincia) para conocer el destino de las casas. Fue posible localizar a cinco de ellos y, en ningún caso, la vivienda está construida.

Si bien el PUSC entregó paquetes de materiales, los beneficiarios alegan que estos resultaron insuficientes. En su mayoría, los insumos permanecen almacenados sufriendo deterioro.

Los ganadores también se quejaron de que recibieron los premios hasta ocho meses después, luego de mucho pelear.

Con el lema “El PUSC hace casas, no plazas”, el partido había prometido dar un “paquete completo con los materiales de una casa prefabricada de interés social”, sin lote y sin mano de obra.

Según la letra menuda del sorteo, las viviendas serían de 42 metros cuadrados e incluían accesorios como puertas, lavatorio e inodoro. En tanto, algunos simpatizantes se encargaron de repartir los cupones en barrios pobres.

Ante consultas de este medio, dirigentes del PUSC alegaron que siempre se advirtió que los materiales eran limitados. Por su parte, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) confirmó que investiga el sorteo.

Frustración en Quepos. “Me entregaron la mitad, no son mentiras”, dijo Nery Zúñiga, una madre soltera de Quepos, Aguirre, quien ganó la rifa de Puntarenas y que aún tiene los materiales embodegados.

Según relató, ella se había metido en un precario y, días antes de la elección, un activista del PUSC llegó a repartir cupones y le dio diez.

“Me llevé la sorpresa de que había ganado. Pero me dieron solo cuatro paredes. Yo no podía hacer nada, no puedo hacer una casa sin techo, sin puertas, sin marcos de ventanas ni vidrios”, agregó.

Reclamo en el Caribe. En Limón, el favorecido se llama Benito Varela, de 62 años, de valle de La Estrella.

El hombre dijo que le dieron los materiales el 30 de setiembre luego de buscar a dirigentes del PUSC por varios meses. “El teléfono me venía en ¢20.000 o ¢30.000 por el montón de llamadas que hacía”, recordó.

Después, al ver que los materiales eran insuficientes, Varela buscó al diputado del PUSC por Limón, Wálter Céspedes, para pedirle que le completaran la vivienda.

El diputado admitió que un hombre lo buscó, pero alegó desconocer el tema, aunque él dirigió el sorteo en Limón. “Esperaré a que entre a trabajar el comité ejecutivo (del PUSC) para ver si la entrega fue completa. No sé si había reglamento, sé que había requisitos como ser de escasos recursos”.

De acuerdo con el decir de Varela, el PUSC le dio 119 baldosas y 29 columnas prefabricadas, además de 14 blocks de concreto, una pila de cemento, 22 barras de perling, un inodoro y un tanque séptico.

El Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos señaló que, si bien las baldosas y columnas están completas, faltan materiales para hacer la casa. Solamente el concreto y el zinc costarían ¢575.0000.

Varela añadió que pagó ¢300.000 para llevar los paquetes a Limón, pues una parte se debía retirar en un almacén en Heredia y la otra, en Vázquez de Coronado.

Padres en espera. En Heredia, la ganadora fue Kattia Loaiza, vecina de Belén. Le entregaron los materiales en julio. “Del partido nadie me llamó. Con una señora tuve un problema, yo la llamaba y me decía que no”, manifestó.

Según Loaiza, fue gracias a la intervención del alcalde municipal de Belén, Horacio Alvarado, que finalmente recibió el premio.

Ella pretende dar a sus padres la casa, quienes viven con una pensión de ¢70.000 mensuales. De hecho, los materiales están a la intemperie en la casa de ellos en Belén. “Se están echando a perder”, dijo.

A ella le dieron las baldosas y columnas, así como la pila, dos puertas de madera, un fregadero, un inodoro, perling, tanque séptico, un rollo de cable eléctrico y tubos.

En criterio de la mujer, falta el material para construir la base de la casa, el piso y las ventanas.

Los vendió. Carol Gamboa, de Turrialba, ganó en Cartago: “Pasaron por el barrio donde vivo, un barrio pobre, dando esas boletas. Yo las llené y se las llevaron. No venían muchas cosas. No venían el piso ni el cemento. Uno es de bajos recursos y no tiene la posibilidad de construir, menos si no tiene lote”.

Por esa razón, ella decidió vender los materiales. En todo caso, ni siquiera votó por el PUSC, afirmó.

Eduardo Briceño, un vecino de Hatillo que ganó la rifa en San José, declaró que aún no ha terminado la construcción, en Orotina, la cual incluye materiales aportados por él, aunque se mostró agradecido.

Las otras dos ganadoras fueron Flor Camareño, en Orotina, así como Anabelle Fernández, en Cañas, pero no fue posible localizarlas.