Tres cantones rurales se cuelan entre los 15 de más desarrollo

Calidad de vida mejora para gente de Nandayure, San Mateo y Hojancha

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Sentado en un poyo del parque Central de su pueblo, el nandayureño Tobías Borbón, de unos 80 años, ignoraba que en la capital un grupo de expertos hablaban de él y de lo bien que vive.

Hablaban de él y de otros 10.000 habitantes de Nandayure, cuya calidad de vida en promedio mejoró en los últimos años hasta colocarse en el puesto número 10 de los cantones del país. O sea, en medio de los territorios más prósperos y céntricos del país.

En el nuevo informe del índice de desarrollo humano (IDH) por cantones, la sorpresa positiva recayó en este cantón guanacasteco, ubicado en la península de Nicoya, sobre montañas que se mojan con las aguas del Golfo y del mar abierto del Pacífico.

La alta esperanza de vida, la alfabetización y el bienestar económico promedio favorecen cada vez más a los nandayureños, pero también a los habitantes de su vecina Hojancha y de San Mateo de Alajuela.

Estos son los tres cantones alejados del Valle Central que se colaron entre los primeros quince puestos del ranquin cantonal. Ellos destacan ahora en una lista que fue dominada en los últimos años por cantones de las provincias de San José y de Heredia.

En el estudio, presentado ayer por la oficina local del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aparece Santo Domingo en primer lugar, seguido de Belén y Montes de Oca, además de Escazú, Flores, Moravia, Santa Ana y San Pablo, en ese orden.

Como ya es usual, en la cola de la lista están los cantones más alejados del centro del país, aunque acompañados por otros populosos josefinos como Desamparados (puesto 72) y Alajuelita (de último), estancado en este indicador en los últimos años.

Aunque el país como un todo mostró una mejoría, permanecen las brechas entre cantones. Algunos tienen un IDH propio de un país desarrollado y a otros se les dificulta ejercer sus derechos básicos como salud y educación, apuntó el estadístico Édgar Gutiérrez, director de la escuela de su área en la Universidad de Costa Rica (UCR) e investigador de este informe.

“Tenemos 81 realidades distintas”, aseveró Gutiérrez, aún consciente de que dentro de cada cantón también hay grandes brechas entre distritos.

Lejos del centro. Los expertos vieron “histórico” el caso de Nandayure, Hojancha y San Mateo, ajenos a la Gran Área Metropolitana.

En el caso de Nandayure, tiene un IDH cercano al de España y de Finlandia, debido a la buena cobertura de salud y a una tasa de matrícula escolar y colegial casi perfecta, sumado a un bienestar económico aceptable (se mide mediante el consumo eléctrico per cápita).

El alcalde de Nandayure, Carlos Arias, agregó causas que no se citan en el informe, como la dieta saludable y una vida alejada de las tensiones urbanas, lo que influye en la longevidad de los pobladores.

“No tenemos cadenas de restaurantes de comida rápida. Aquí tenemos adultos mayores muy sanos y con una vida social saludable, tranquilos”, dijo José Luis Sibaja, cruzrojista del cantón donde la esperanza de vida es de 82,5 años.

Hojancha, de 6.550 habitantes, tiene una esperanza de vida de 83 años y una tasa de matrícula perfecta en centros educativos y con un creciente índice de bienestar material. En San Mateo, viven 5.800 personas con una expectativa de vida de 83 años.

Solo las provincias de Cartago y de Guanacaste tienen todos sus cantones en niveles elevados.