No es seguro que el tren llegue con los tamales a Cartago, como estaba previsto, pues los aludes en el sector de Ochomogo provocaron atrasos en los avances de la obra del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer).
Miguel Carabaguíaz, presidente ejecutivo de esa entidad, explicó ayer que los deslizamientos ocurridos desde mediados de octubre dañaron la tubería municipal que lleva agua a 5.000 personas.
Debido a este problema, el Incofer debió quitar 200 metros de línea férrea para que el Ayuntamiento pudiera hacer las reparaciones. Esto para permitir el paso de maquinaria y también para colocar los nuevos conductos.
Además, fue necesario que el propio Instituto se encargara de levantar muros en el sector del talud donde se produjeron los deslizamiento y por donde baja gran cantidad de agua proveniente de viviendas y negocios de la zona.
“Se está trabajando en un sistema de vagones de ferrocarril llenos de piedra que usamos para darle sostén (al talud). Luego de eso hay que volver a colocar la vía férrea”, añadió Carabaguíaz.
El Incofer le pidió a la Municipalidad de Cartago investigar la proveniencia de esas aguas y evitar problemas en el futuro. La misma gestión realiza con el Ministerio de Salud.
El problema ya significó un atraso de tres semanas en los trabajos para colocar los 23 kilómetros de vía férrea, nivelarla y alinearla.
Carabaguíaz, sin embargo, no descarta del todo que el tren llegue en diciembre a la Vieja Metrópoli, servicio que permitirá un traslado de 40 minutos hasta la capital.
La próxima semana, dijo, tendrá estimaciones más precisas.