Tras la tormenta Alma, la paz nunca volvió a Rivas de Pérez Zeledón

Lugareños levantaron listas de afectados; Estado no les dio respuesta

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Pérez Zeledón. Hace seis años, la historia del distrito de Rivas cambió por un capricho de la naturaleza. La tormenta tropical Alma devastó el centro del poblado.

Luego de la emergencia, los caminos se repararon, algunos puentes fueron reconstruidos o sustituidos por estructuras tipo Bailey y el río Buena Vista, el que causó tanta destrucción, fue canalizado.

Sin embargo, todavía quedan heridas en 192 familias cuyas viviendas resultaron arrasadas o seriamente dañadas y nunca recibieron ayuda estatal.

De ese total, 80 casas fueron destruidas o declaradas inhabitables. El auxilio estatal prometido nunca llegó a las familias. Muchos damnificados quedaron, de la noche a la mañana, en la calle.

“La comunidad quedó tan mal que nos recomendaron crear una comisión de vivienda para levantar una lista. Al final quedó en 192 familias afectadas.

”Supuestamente era para ayudarnos con bonos y reconstruirlas, pero hasta el momento nadie ha llegado a decirnos qué pasó con eso. Nos dejaron abandonados”, lamentó Lisanías Martínez, presidente de la Asociación de Desarrollo de Rivas.

Alma se formó en el Pacífico a finales de mayo del 2008.

Martínez perdió su vivienda. Hoy es uno de los cientos de vecinos que se resignaron a que el apoyo estatal nunca llegará.

“Fuimos al Ministerio de Vivienda a ver qué había pasado con la lista. Lo único que nos dijeron es que nunca les había llegado y que no sabían nada”, dijo Martínez.

Otro caso es el de Pedro Gamboa, cuya casa existió en lo que hoy parece ser una zona de guerra, a pocos metros del río Buena Vista. “No recuerdo el día exacto. Yo estaba trabajando en mi taller y vi que ese río crecía. Por eso decidí sacar a mi familia”, recordó.

Al regresar, el río había arrasado su casa, su taller de motocicletas y un vehículo.

Pese que no recibió ayuda alguna, reconstruyó su casa en la comunidad de La Bonita, también en Rivas. “Esa vez llegaron (autoridades) y nos dijeron que no nos preocupáramos; que ahí había como ¢350 millones para nosotros. Esa plata nunca la vimos. Luego nos dijeron que no era cierto” afirmó.

Los escombros de su antigua casa aún permanecen en pie. Su taller lo reconstruyó en la misma zona, ya que asegura no tener otro lugar.

Milder Acuña, otro vecino, también quedó en desamparo. En 1995, el huracán Cesar hizo que él y su esposa abandonaran la casa que ambos tenían a un lado del río Buena Vista, en Rivas de Pérez Zeledón.

Aquella vez, el río destruyó casi por completo su vivienda. Años después, tuvieron que regresar.

Abrieron un vivero y un salón de belleza, pero con Alma volvieron a quedarse sin techo. “Un vecino me avisó que el río estaba pasando por mi vivero; la pesadilla había regresado”, recordó Acuña.

El terreno donde tenía su negocio ya no existe; el río reclamó como suyo ese pequeño pedazo.

Comunidad fantasma. La desesperanza provocó que muchos abandonaran la comunidad y dejaran sus casas vacías. El sitio semeja un pueblo fantasma.

En la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), en el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) y en el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) no se reporta registro alguno de las familias afectadas.

Así lo confirmaron sus respectivos voceros ante consultas de La Nación. Juan de Dios Rojas, gerente del Banhvi, afirmó que ninguna institución tramitó ante esa entidad ayuda para los vecinos.

“En el caso de los afectados por la tormenta Alma, no se llevan registros de las soluciones entregadas en este cantón ni en ningún otro lugar del país por cuanto en este caso no fue levantada una base de datos” explicó.

El Mivah tampoco tiene listas oficiales. Sin embargo, plantearon dos proyectos de vivienda: General Viejo (para 100 familias) y Proyecto Lagunas (para 200).

“A pesar de contar con el apoyo del Banhvi y del Ministerio de Vivienda, no se pudo avanzar por falta de agua en el cantón.

”Esa situación aún prevalece. Nos ha afectado en emergencias posteriores”, dijo Érick Mata, director de Vivienda y Asentamientos Humanos de Mivah.

Según la CNE, Rivas es una de las regiones más propensas a desastres naturales en este cantón. El centro de esta comunidad está asentado en lo que era el antiguo cauce del río Buena Vista.

Gilbert Navarrete, representante local de la CNE, explicó que el pueblo entero debería trasladarse a otro sitio. “A los vecinos se les explicó la necesidad de trasladarse a otro lugar seguro, pero muchos se negaron porque tenían que cambiar propiedades de gran valor por bonos”, detalló el funcionario.