Tras 12 años de calma, Rincón de la Vieja registra nueva actividad

En agosto y setiembre se registró expulsión de agua, gases y sedimentos Comportamiento actual es el normal de un volcán activo, puntualizan expertos

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Después de 12 años de calma, el volcán Rincón de la Vieja, que se yergue en la cordillera de Guanacaste, está, de nuevo dando, muestras de por qué se le considera un coloso activo.

Durante agosto y, especialmente, en setiembre este volcán de laguna ácida y muy caliente lanzó al aire agua y sedimentos, actividad que se conoce como una erupción freática.

El vulcanólogo Rodolfo van der Laat, quien tiene años dándole seguimiento al comportamiento de ese macizo –sito a 25 kilómetros al norte de la ciudad de Liberia–, destacó que la actividad reciente es de una intensidad apenas moderada y está por debajo de otras en el pasado.

Mencionó, por ejemplo, episodios fuertes registrados entre 1966 y 1967, en 1983 y en 1991.

En este último año, la actividad “fue bastante fuerte” al punto de que una avalancha de material se llevó el puente de acceso a Buenos Aires, Upala, rememoró.

En noviembre de 1995, la actividad del Rincón de la Vieja –que se levanta a 1.916 metros sobre el nivel del mar– falseó esa estructura.

“En el pasado su actividad provocó avalanchas calientes”, resaltó el científico. “Como el caldero de este volcán está inclinado hacia el flanco norte, por ahí se derrama el material y causa daños, pero esta vez no. El alcance de materiales llegó a los 200 o 400 metros, que es poco”, manifestó Van der Laat.

El experto llamó a la calma a los vecinos, a quienes recordó tener la previsión de estar vigilantes a retumbos y a observar las orillas de los ríos (por posibles avalanchas).

Datos. En relación con los más recientes incidentes, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA) publicó ayer un informe detallado con testimonios de guías turísticos y vecinos del coloso.

Cita, por ejemplo, al guía Lino Araya quien dijo que el 22 de agosto, mientras se hallaba en el borde norte del cráter, “vio levantarse sobre el nivel del lago una columna de color oscuro, de unos cinco metros de alto, la cual volvió a caer”.

Más reportes similares se realizaron el 9 y el 16 de setiembre. Incluso, el 17 de ese mes se registraron peces muertos de distintas especies cerca del puente que une a Buenos Aires con Dos Ríos, Upala. Vecinos del caserío de Birmania, a casi 20 km del cráter, informaron ese mismo día de la muerte de sábalos.

“No tenemos reportes aún de qué pasó y el porqué de la muerte de peces. No soy biólogo, pero uno podría especular que la lluvia erosionó las laderas y llevó minerales tóxicos a los ríos. Puede ser que sea también un asunto relacionado con la turbiedad del agua”, dijo Rodolfo van der Laat.

El reporte de Ovsicori también describe su expedición científica del 27 de setiembre. Ese día, a las 10:47 a. m., los especialistas presenciaron una erupción de tamaño moderado que levantó “una columna de material (gases, agua y sedimentos) de aproximadamente un metro”.

Como prevención, el Ovsicori instaló tres nuevos sismógrafos en los alrededores del macizo “para el monitoreo más detallado de la actividad sísmica-volcánica”. Colaboró Alejandra Vargas.