Ticos somos consumidores poco responsables con el ambiente

Mitad no revisa si compra productos reciclados o libres de contaminantes

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A pesar de reconocernos como ambientalistas y cumplir con cerrar el tubo mientras nos cepillamos los dientes o apagar las luces cuando no las necesitamos, a la hora de comprar los costarricenses no somos tan “verdes” como creíamos ser.

Este es uno de los resultados reflejados en el capítulo ambiental de la encuesta nacional de percepción, aplicada por Unimer a solicitud de La Nación.

Según el estudio, los ticos somos tan incoherentes entre nuestro discurso y acciones que, si bien el 65% dice estar dispuesto a pagar más por productos “ecológicos”, cuando van al supermercado el 45% ni siquiera lleva sus propias bolsas para empacar sus compras y así evitar el uso de empaques plásticos.

Estas personas estarían empacando, por ejemplo, sus vegetales orgánicos en bolsas que tardarán unos 400 años en degradarse.

De esta forma, las buenas intenciones se ven opacadas por una pobre cultura de consumo responsable y ecoamigable, sugiere el análisis de los datos.

La encuesta se realizó del 22 al 30 de julio de este año. Se aplicó casa por casa, cubriendo todo el territorio nacional. Contó con la participación de 1.210 personas y su nivel de confianza es de 95%.

Cultura. El estudio de Unimer revela que los costarricenses somos consumidores poco cuidadosos y no tenemos sentido de responsabilidad al tomar decisiones de compra.

Un ejemplo de esto es que el 51% de los consultados nunca se fija si está comprando vegetales o frutas cultivados sin pesticidas u otros productos químicos que son contaminantes. El 26% a veces pone atención a esto; solo el 21% sí se cerciora.

El tico tampoco se interesa por saber si el producto está confeccionado con material reciclado.

El 54% no revisa del todo este aspecto, el 24% dice hacerlo a veces y solo el 21% afirma que lo hace siempre o casi siempre.

Ahora bien, no es que los ticos sean inconscientes a propósito. Otras acciones comprueban que paulatinamente van incorporando nuevos hábitos “verdes”.

Por ejemplo, el 67% está atento a reparar una fuga de agua o cerrar la llave de paso para que no haya desperdicio. Igualmente, el 49% reutiliza las bolsas y el 40% vuelven a usar los envases plásticos que reciben en los comercios.

El 51% no deja el televisor encendido si no hay nadie viéndolo, aunque el 22% dice que a veces lo deja prendido y el 28% confiesa que siempre o casi siempre lo deja así.

Otra señal de la conciencia ambiental del costarricense es su disposición a desembolsar más por productos que compra en el supermercado (65%) y a pagar impuestos más altos (58%), si esto ayuda a proteger el ambiente.

Reeducarnos para comprar.Para Nydia Rodríguez, experta en manejo de residuos y directora de la Asociación Terranostra, el tico debe tratar de hacer el proceso de compra de forma consciente. “Tratar de pasar de lo más fácil a escoger la opción más responsable. Claro, la responsabilidad ciudadana es una cuestión de valores”, aseveró.

“Es crear una cultura donde la gente, no es que deje de consumir, sino que prefiera productos que se puedan reciclar y sean amigables con el medio. Además, la idea es darle un valor posterior al desecho”, destacó María Luisa Ávila, ministra de salud.

La Ministra agregó: “También es concienciar a productores y distribuidores para que usen menos embalaje y empaques”.

Esto coincide con la medida propuesta por los encuestados: más información y campañas educativas. “Si tuviéramos una ciudadanía más informada y educada en consumo responsable, podríamos demandar más productos ecoamigables”, enfatizó Rodríguez.

Bernardo Aguilar, director de la Fundación Neotrópica, dice que la educación ambiental debe ser menos “abstracta” y más cercana