Tiburones y rayas darán pistas sobre salud de los océanos ticos

Biólogos analizan parásitos que viven en el intestino de estos animales

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Los mares del mundo guardan todavía muchos misterios para la ciencia, y el Pacífico costarricense no es la excepción.

Los científicos aún desconocen cuáles son los animales –algunos de ellos microscópicos– que viven en el sistema digestivo de los tiburones y las mantarrayas.

Conocerlos podría ayudar a entender la salud de estos animales, que están en la cumbre de la pirámide alimentaria de los mares y son indicadores de su estado. Además, su estudio podría ayudar en la fabricación de nuevos medicamentos.

Para salir de dudas, científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) comenzaron a trabajar en las últimas semanas junto con una experta de la Universidad de Kansas (Estados Unidos).

Según explicó Ingo Wehrtmann, coordinador de la Unidad de Investigación Pesquera y Acuicultura del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la UCR, este trabajo también podría aumentar notablemente la cantidad de especies marinas registradas en el país.

“En los mares costarricenses existen unas 7.000 especies reportadas y 66 de ellas son tiburones y rayas. Esto significa que se podrían encontrar una 450 nuevas especies de parásitos hasta ahora no registrados en el país, lo cual no es despreciable”, dijo Wehrtmann.

”Además, hemos tomado muestras del hígado de los tiburones, que nos permitirán realizar análisis pues creemos que en algunos casos podríamos estar frente a dos o tres especies distintas, aunque parezca una sola”, añadió Mario Espinoza, investigador de la UCR, quien también participa del proyecto.

Recolección. La recolección de los parásitos, especialmente los conocidos como lombrices solitarias, se realizó hace un par de semanas con la asesoría de Kristen Jensen, experta estadounidense que ha estudiado los tiburones y rayas de los golfos de California y México.

Jensen vino al país gracias al patrocinio de la Universidad de Kansas, la UCR y la Fundación Costa Rica-Estados Unidos (Crusa), quienes en conjunto aportan $12.000 (unos ¢6 millones).

La especialista enseñó a un grupo de 20 ticos cómo se recolectan y conservan los especímenes.

En la actualidad, les realiza distintos estudios en EE. UU.

Según dijo Wehrtmann, uno de los objetivos del convenio es que personal de la UCR visite a Jensen en su laboratorio para aprender a realizar esa identificación y descripción y regrese al país para trabajar en este campo pues aquí no existen expertos en el tema.

Otro de los objetivos es que la Universidad de Costa Rica cuente con una colección de estos animales para su museo de Zoología. “La doctora Jensen dejó muy claro que apenas se está comenzando con las investigaciones y que aún falta camino por recorrer, pero conocer a estos animales podría tener aplicaciones en la biotecnología o en la biomedicina, por ejemplo”, dijo Wehrtmann.

“También es importante estudiar estos parásitos ahora porque, si la especie desaparece, es probable que ellos también desaparezcan sin siquiera haberlos conocido”, agregó Espinoza.