Taylor Swift cruza las fronteras de su imperio

Tras nuevos públicos En Estados Unidos, se dice que es un fenómeno comparable con Lady Gaga. Pero la estrella juvenil quiere ir más allá.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

En Latinoamérica, la verdad es que pocos saben bien quién es Taylor Swift. Si no fuera por las redes sociales o las emisoras de radio de perfil preadolescente, sería difícil conocer Mean o su nuevo sencillo We are never ever getting back together. Pese a que ha ganado más dinero que Justin Bieber (en el último año, según Forbes , consiguió amasar $57 millones), hasta ahora su música se había expandido sobre todo dentro de los confines del imperio norteamericano.

¿Por qué esta flamante estrella pop esperó hasta el cuarto disco para darse a conocer en el resto del mundo? Sencillamente, porque la música que esta cantante nacida en Pensilvania lleva en el corazón es el country , un género enraizado en lo más profundo de los Estados Unidos y que en ningún otro lugar es tan popular como en su propia cuna.

Eso explica que, mediante una gira nacional con 65 shows, haya logrado empinarse en la lista de las celebridades mejor pagadas del mundo, que sea la cantante más joven en la historia de los Grammy en obtener el premio por el disco del año ( Fearless , 2008) y que su nuevo sencillo estuviera varias semanas consecutivas en el primer lugar del ránquin “ Hot 100 ” de Billboard .

“Estoy muy emocionada de que este disco salga en todo el mundo. Los seguidores me han demostrado mucho cariño por redes sociales”, dice Swift con sus labios pintados de rojo y una gruesa línea negra sobre sus párpados.

En setiembre, la cantante de 22 años visitó por primera vez en Brasil, para promocionar su cuarto disco, Red , que sale al mundo el 22 de octubre. La esbelta silueta de la estrella juvenil se mueve con cierta inercia, pero irradia dulzura y carisma al hablar y su cortesía habla de una chica de buenos modales.

–¿Qúé recuerda de sus comienzos en la música?

–Empecé cantando desde que era una niña, amaba cantar para extraños o para cualquiera que me escuchara. A los 12, empecé a tocar guitarra y escribí mi primera canción. Tuvo mucho que ver mi amor por contar historias y por la poesía; y cuando empecé con la guitarra, combiné esas cosas con el canto.

–¿Cómo fue forjarse como artista a tan temprana edad?

–Tenía 12 ó 13 años y todos mis amigos pasaban sus fines de semana en fiestas, mientras yo estaba trabajando, dando conciertos, cantando. Por eso no pude encajar en el colegio y fue duro para mí, así que terminé escribiendo mis canciones sobre eso, sobre estar sola, sobre no calzar en ningún lugar. Fue duro, pero terminó alimentando mi manera de escribir canciones.

Gracias a la exposición que tuvo Swift desde pequeña, logró un contrato con una editorial para escribir canciones a los 14 años. Para eso se tuvo que mudar junto a su familia de Pensilvania a Nashville. A los 16, estaba decidida a lanzar su propio álbum, lo que consiguió con su disco homónimo en el 2006. Vendió cinco millones de copias y cosechó los mejores halagos de la crítica. De ahí en adelante, la fiebre que sus canciones provocan en Estados Unidos no termina de expandirse.

–Háblenos de su nuevo disco.

–Se llama Red porque representa una emoción intensa y es el color de la pasión. Estuve trabajando en él por dos años y estoy muy emocionada, porque lo hice con mucha gente con la que siempre quise trabajar y aprendí sobre la manera en que mis héroes hacen música.

“Este disco es diferente a los anteriores porque hubo tanta gente que trabajó en él que cada canción suena diferente a la otra. Lo similar es que sigo contando historias y sigo escribiendo sobre mi vida”.

El show que, en setiembre pasado, dio la cantante en el Citibank Hall de Río de Janeiro, secundada por una banda de diez músicos, fue aplaudido por unas 2.500 personas.

Sparks fly , sencillo de su tercer disco (Speak now ), fue la primera canción, cantada y seguida por los jóvenes seguidores.

Con su guitarra y luego un banjo , entonó otros de sus éxitos como Our song, You belong to me, Mean y Love story.

“Escribo muchas canciones sobre rupturas amorosas, pero también sobre enamoramientos”, dijo antes de sentarse sola, con una guitarra de 12 cuerdas, para cantar 15 .

We are never ever getting back together , el sencillo que últimamente más ha sonado en las emisoras de radio, fue la cúspide del show .