Sr. Ávila: la muerte se viste de traje entero

El canal HBO estrena este domingo 26 su más reciente producción original, en la que un asesino a sueldo se debate entre el poder y su familia.

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Toda historia tiene dos versiones, en su mayoría opuestas, pero en algún punto, llegan a tener más coincidencias que diferencias. Eso es lo que rescata la nueva producción original del canal HBO, Sr. Ávila , que se estrenará este domingo 26 de mayo, a partir de las 8 p. m.

Protagonizada por el actor Tony Dalton, la serie gira alrededor del día a día de un hombre que eligió ganarse la vida haciendo que otros la pierdan. Ávila tiene 45 años, una esposa insegura, llamada María, interpretada por Nailea Norvind, y un hijo adolescente, Emiliano (Adrián Alonso), que debe enfrentarse todos los días a la violencia en su colegio.

Para ellos, y para todos aquellos que forman parte del círculo este asesino a sueldo, Ávila es un simple vendedor de seguros de vida quien, además, destaca por ser un buen esposo y padre.

Sin embargo, esta imagen contrasta con la de ese hombre que, por las noches, es capaz de matar a sangre fría a las víctimas que le ha señalado la “gerencia” de asesinatos por encargo.

El promocional de la serie interpreta muy bien la filosofía del Sr. Ávila: “cualquiera puede ser asesino si tiene el motivo adecuado... Lo difícil es tener que matar sin motivo”. Así, será el televidente quien deba descubrir a lo largo de 13 capítulos, qué motiva a este hombre a involucrarse en tan oscuro negocio.

Él no se considera a sí mismo como un asesino por vocación, sino que lo hace por profesión. Su vida transcurre de su casa a la oficina y de regreso, algo rutinario y aparentemente convencional. Bajo esta fachada de normalidad, esconde su verdadero oficio.

Es esta misma “profesión” la que requerirá de toda su atención cuando dentro del grupo al que pertenece, se den una serie de cambios en que las que él cobrará un especial protagonismo.

Allí, escalará posiciones y se convertirá en el “Señor” del negocio de asesinos a sueldo. Con el nuevo cargo vendrán problemas y responsabilidades y la fachada que ha construido se irá desmoronando de a poco. Su vida, la de su esposa e hijo se transformarán en una pesadilla de la cual será difícil escapar.

Su rutina comienza a complicarse más porque su mujer prácticamente vive anestesiada y ajena a su realidad, mientras que su hijo explota en rebeldía ante la falta de cariño y atención familiar.

Mundo paralelo

El Sr. Moreira (Fernando Becerril) es el amo de la funeraria que oculta el negocio oscuro del crimen por encargo y es quien maneja un equipo de asesinos a sueldo, y a quien Ávila sustituirá en determinado momento.

Si bien es cierto, en ese “ negocio” hay pocas reglas, las que existen deben ser cumplidas a cabalidad y, Moreira, es el juez que dicta sentencia cuando alguno de sus miembros deciden romperlas.

Para poder lograrlo, este experto se hace acompañar de Iván (Carlos Aragón), su secretario y asesor, que en algunos momentos de la trama parece un esclavo y, en otros, el amo del negocio. Su servidumbre resulta un tanto peligrosa, pues su vocación es la muerte, por lo que no tendrá compasión alguna cuando de cumplir con encargos se trata.

Como buen “psicópata educado” es capaz de manipular hasta la mente más fuerte. De allí surge la estrecha relación que mantiene con Ana (Camila Selser), encargada de maquillar los muertos y dejarlos con una apariencia como si estuvieran vivos. Sabe que la funeraria no es más que un montaje de un negocio muy siniestro, pero se niega a averiguar más sobre ello.

Esta historia no estaría completa sin Ismael (Jorge Caballero), un rebelde aprendiz de Ávila, que ha tenido que convivir con la muerte, el abuso y la violencia desde que era tan solo un niño. Su entorno familiar lo lleva a tomar las riendas de su vida y presentarse en la funeraria con una sangrienta prueba de los servicios que es capaz de ofrecer.

Este adolescente será la pieza central de todos los retos y peligros a los cuales se enfrentará el Sr. Ávila, que para su súbditos no es más que un malvado entrañable, quien tendrá que tomar decisiones difíciles para sobrevivir en su profesión.

Desde el primer capítulo, que será el único que tendrá dos horas de duración, el televidente descubrirá cómo poco a poco la vida lleva a que ambos se unan más allá de la muerte.

Ese camino de la doble moral por la que transita Ávila, busca reflejar como los seres humanos deciden apostar por esa doble vida para tratar de exorcizar a los demonios que llevan dentro.

Ambiciosa producción

El drama y el suspenso es lo que caracteriza la serie Sr.Ávila , que fue filmada el año pasado en México D. F., con el fin de lograr una historia hecha con los más altos estándares de calidad y que fuera capaz de atrapar la atención, al igual que lo hicieron Capadocia , Prófugos y la brasileña HDP , entre otras.

“Después de exitosas series, HBO sigue apostando al talento de primer nivel que tenemos en la región con un equipo de producción y elenco extraordinarios y una historia impactante”, expresó en un comunicado, Luis Peraza, Vicepresidente Ejecutivo de HBO LA Networks.

Para este proyecto, la cadena se unió a los directores Billy y Fernando Rovzar, de la productora Lemon Films, quienes apostaron siempre por mostrar, sin ningún tipo de censura, lo que se esconde detrás del comportamiento del ser humano.

Según declararon ambos directores al periódico El economista , están conscientes de que la serie tiene escenas que podrían resultar muy fuertes para el público, pero justificaron cada una de ellas en el realismo que quisieron darle a la historia.

“Sabemos que habrá momentos en los que ciertas situaciones darán mucho de qué hablar, pero estamos bien respaldados”, expresó Fernando Rovzar.

Las escenas de las que habla son, por ejemplo, las que muestran la forma en que el hijo adolescente de Ávila se desquita con un indefenso perro; el impresionantemente cruento final con el que un hijastro se venga de su abusivo padrastro e, incluso, la intervención de un “sacerdote” que absuelve a este asesino de sus pecados.

Y es que no buscan mostrar únicamente a un asesino en serie, sino llevar a la audiencia en un viaje de descubrimiento sobre el eterno conflicto del ser humano para poder expiar sus culpas.

La productora se tomó su tiempo para seleccionar a los actores que darían vida a los polémicos personajes, todo con el fin de ir más allá. Ellos buscaban que, debido a lo complicado de la trama, el público fuera capaz de aceptar a cada uno de ellos y no juzgarlos sin engancharse primero.

“No buscamos llenar la pantalla de situaciones desagradables, sino llevar a la audiencia por una historia fascinante, llena de matices, en la que se muestra la complejidad de la naturaleza del hombre”, dijo Billy.

Durante los cinco meses que les tomó la filmación, el equipo de trabajo intentó recrear lo más fiel posible los distintos ángulos de la violencia, desde aquella que se vive dentro de los centros educativos hasta la más pura frialdad con la que se puede asesinar a un incondicional amigo y compañero de “profesión”.

El engranaje que hay detrás de Sr. Ávila no hubiera sido posible sin las plumas de los hermanos y guionistas, Walter y Marcelo Slavich, quienes también tuvieron a su cargo la serie Epitafios . Es un hecho que, si HBO quería seguir el éxito obtenido con este programa, sabían que ellos eran los indicados para hacerlo desde otra perspectiva.

“El mundo de los hermanos Slavich es muy rico, pero Epitafios fue otra cosa, aunque evidentemente hay atributos narrativos propios de su estilo. El mundo de Ávila es extraño por el personaje en sí, tiene ese mundo oscuro dentro de sí y en Epitafios solo el asesino vivía un mundo de oscuridad”, declaró Roberto Ríos, vicepresidente Programming & Acquisitions de HBO Latin American Group, al diario La crónica de hoy .

Tanto Ríos como los directores Rovzar, afirman que la serie no podría ser la misma sin la participación del actor mexicano Tony Dalton, que fue seleccionado para interpretar el papel protagónico debido a la capacidad que tenía de mostrarse como el más abnegado de los esposos y el más despiadado y frío de los asesinos a sueldo.

“Tony tiene ese don de mostrar emociones tan solo por sus facciones. Nos pareció importante contar con una persona que fuera capaz de transmitir una cosa con su rostro, con sus gestos, pero que al momento de tomar decisiones y ejecutarlas, resultara algo totalmente contradictorio para el televidente. Esa incertidumbre es el mejor enganche de Sr. Ávila”, explicó Fernando Rovzar.