Por primer vez, hoy una sonda entrará en la órbita del planeta Mercurio, el más cercano al Sol y fuente de múltiples interrogantes para los científicos.
¿Por qué Mercurio es tan denso? ¿Cómo se origina su campo magnético? ¿Puede existir hielo en él, a pesar de su cercanía al Sol? Estas son algunas de las interrogantes que quieren resolver los científicos de la NASA mediante la ayuda de la sonda Messenger.
La agencia espacial estadounidense lanzó esta sonda hace más de seis años y ahora, después de que Messenger ha dado más de una docena de vueltas al Sol, ha llegado a su destino.
Llegada. Las maniobras comenzarán este jueves a las 6:45 p. m. Para reducir la velocidad a la que viaja la sonda hasta los 862 metros por segundo, el propulsor principal se encenderá durante 15 minutos.
Con ello consumirá el 31% del combustible con el que partió de la Tierra. Así, Messenger quedará con menos del 9,5% del combustible con el que salió de nuestro planeta, pero eso será suficiente para ajustar su órbita durante su misión, programada para durar un año.
Cerca de las 8 p. m., la sonda debería enviar a la Tierra la confirmación de que ha sido capturada por la órbita del planeta Mercurio.
Para entonces, estará a unos 198 kilómetros por encima de la superficie. Unas cinco horas después completaría su primera vuelta a este cuerpo celeste. En esta primera fase de la misión deberá dar una vuelta al planeta cada 12 horas.
“Las primeras dos semanas nos centraremos en asegurarnos de que los sistemas están trabajando bien”, dijo Eric Finnegan, ingeniero de la misión.
El 4 de abril comenzará la fase científica del proyecto y se enviará la primera información que les pueda interesar a los estudiosos de Mercurio.
Messenger lleva siete instrumentos para cumplir su trabajo, que se resume en obtener datos de la geoquímica, la geofísica, la historia geológica, la atomósfera y la magnetosfera de Mercurio.
La sonda tiene el reto de lidiar con cambios extremos de temperatura que en el día llega a los 350 grados Celsius y en la noche cae hasta los -170 grados Celsius.
Para protegerse de las altas temperaturas, Messenger tiene una gran sombrilla de cerámica que soporta el calor. Además, está diseñada para limitar su estancia cuando pase por áreas más calientes.
También se han utilizado otros materiales de alta tecnología como paneles solares y otros instrumentos para mantener la temperatura dentro de rangos aceptables, explicó la NASA.