Sobre la báscula no hay igualdad

La escalera tiene más peldaños cuando es una mujer quien intenta ganarle la partida a la báscula. Por cuestiones metabólicas, bajar de peso es más complicado para ellas que para ellos. No obstante, la lucha por una mejor salud no tiene género. PARA GANAR, HAY QUE PERDER... PESO

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La guerra contra los kilos de más parece ser una batalla épica, de la que muchos no recuerdan cuándo comenzó y tampoco saben cuándo llegará a su final. Al menos en discurso, pues aunque las treguas con tintes de comilonas son frecuentes, el batallón siempre dice estar al pie del cañón, con los zapatos deportivos en el maletín y con la boca cerrada.

Esta lucha campal la viven tanto hombres como mujeres, aunque, en apariencia, son ellas quienes más sufren, se cuidan y se estresan por el sobrepeso.

Tal apreciación no suena descabellada si se parte del hecho de que, para las mujeres, es más complicado que para los hombres bajar de peso, por cuestiones, sobre todo, fisiológicas.

Aunque existan casos particulares en los que una mujer adelgace más rápido que un hombre, la norma general es que las damas deben trabajar más duro que los varones para obtener un resultado similar a la hora de las verdades sobre la báscula.

La principal diferencia radica en que la mujer promedio gasta menos calorías para la misma intensidad y duración del ejercicioque un hombre promedio, sencillamente porque pesa menos.

No es igual perder 5 kilos para un hombre de 80 kilos que para una mujer de 55, por ejemplo.

Además hay factores relacionados con el metabolismo.

La médica endocrinóloga Laura Ulate explicó que es más sencillo para el hombre perder peso porque, durante el ejercicio físico, ellos producen más testosterona (hormonas de crecimiento), lo cual se traduce en más masa muscular. Además, estas hormonas inhiben la capacidad de las células adiposas de almacenar grasa.

De hecho, las mujeres tienden a almacenar más grasa, lo cual se explica por su función fisiológica de procrear hijos.

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La grasa en las mujeres se concentra en los glúteos y en las caderas, lo que se conoce como forma de pera, mientras que en los hombres, la acumulación se da más en el estómago, por lo que la forma que adquieren se parece más a una manzana ( ver recuadro).

De igual manera, la testosterona mejora la acción de la insulina (hormona cuya misión es mantener bajos los niveles de glucosa sanguínea) y facilita la liberación de cortisol (hormona que genera aumentos de peso).

“Las mujeres poseen una tendencia mayor a presentar resistencia a la acción de la insulina y eso incluso puede generar un hipertiroidismo, que es un exceso de cortisol”, destacó la médica, quien reconoció que los desórdenes metabólicos son más comunes en las damas.

Hacer deporte

En la actividad física como tal, también hay diferencias entre hombres y mujeres, pero estas se relacionan más con mitos o creencias infundadas.

El preparador físico Óscar Hernández detalló que las mujeres, a la hora de hacer deporte, pueden tener tanta resistencia y fuerza como los hombres. No obstante, aclaró, muchas prefieren hacer ejercicios de baja intensidad por el temor a “ganar mucho músculo” y verse “cuadradas”.

“Siento que hay mucha cuestión mental; les da miedo lesionarse o adquirir apariencia masculina (espalda ancha, brazos gruesos); es por ello que prefieren hacer ejercicios más suaves, los que a lo mejor no cumplen con su misión de perder calorías”, manifestó.

Para el experto, todo depende de la rutina de ejercicio, de dosificar fuerzas y energía, de concentrarse en la eliminación de la grasa y de tonificar músculos. “Deben hablar con los instructores de los gimnasios, explicarles cuáles son sus objeti-vos, decirles qué quieren, qué no les gusta, cuáles son sus preocupaciones”, enfatizó.

La misma sugerencia va para los hombres pues, aunque su metabolismo les pemita quemar grasa de forma más sencilla y no enfrenten tantos prejuicios a la hora del ejercicio, igual deberán trabajar fuerte y mejorar su alimentación para perder peso.

Consejos

Los ejercicios funcionales , conocidos como high performance, se visualizan como una opción ideal. Estos consisten en ejercitarse , simulando acciones cotidianas a través de circuitos deportivos diseñados por un experto.

Evitar dietas estrictas y poco realizables es fundamental; quienes bajan de peso en periodos cortos tienden a recuperarlo, mientras que aquellos que se someten a regímenes de alimentación extremos son, por lo general, quienes más se dan atracones o grandes ingestas de comida en una sola sentada.

Otra recomendación es que, si aun haciendo ejercicio constante y llevando una dieta balanceada no se baja de peso, mejor es consultar a un médico especialista.

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