El sistema de Tecnología de Información para el Control Aduanero (TICA) es en sí “una maravilla”, pero se deben superar algunas fisuras en su aplicación, consideran empresarios y agentes.
Esta forma de trámite digital se puso en marcha desde el 2005 y paulatinamente se integraron todas las aduanas, hasta el 2007.
Mónica Segnini, gerente del Grupo Desacarga; Óscar Ramos, presidente de la Asociación de Agentes de Aduana de Costa Rica, y los presidentes de las cámaras de Comercio de Costa Rica, Arnoldo André, y de Importadores, Distribuidores y Representantes (Crecex), Enrique Bolaños, coincidieron en rescatar las ventajas de ese mecanismo.
Uno de los aspectos es que permitió reducir el tiempo promedio de los trámites de 48 horas hace siete años a apenas 20 minutos.
Además, en aduanas del interior del país se terminaron las filas y quienes informalmente ofrecían trámites más ágiles (gavilanes). Se agrega más seguridad en el sistema, comentó André.
Se intentó obtener, sin éxito, entre lunes y martes, una versión del Ministerio de Hacienda sobre recaudación y la necesaria modernización del TICA.
Faltante. Empero, en aduanas fronterizas y de puertos se mantienen problemas como la existencia de los “coyotes” y las largas filas. También la cantidad de comercio ya sobrepasó la capacidad de los servidores, por lo que la red se cae con frecuencia. “Hace siete años apenas era el 20% del intercambio que tenemos ahora”, dijo Segnini.
Cuando el mecanismo falla está abierta la opción de que el agente realice trámites manuales, pero ellos se niegan. Por eso se debe acudir hasta los puestos de jefatura a pedir permisos, según Segnini.
Un cambio de arancel o impuesto de entrada para una mercancía también genera dificultades. Esos ajustes son frecuentes pues rigen bajas de impuestos por la vigencia de los tratados de libre comercio, dijeron Segnini y Ramos.
Además, la incorporación de cualquier módulo adicional al TICA requiere traer ingenieros uruguayos pues ese país donó el sistema a Costa Rica.
Las leyes tampoco se adecuaron al TICA. Por eso, procesos que se permiten en la ley no se pudieron aplicar en él, advirtió Segnini. En esto coincidió con Ramos, para quien el mecanismo no se adecuó a los usuarios, sino a la inversa, mientras el propuesto control mediante el sistema GPS tampoco está totalmente en marcha.
Todos esos problemas, empero, no son causa directa del método instalado, sino de la forma como se aplica en el país, reconocieron los agentes y empresarios.
“Sin duda, fue un paso importante en el proceso de modernización de las aduanas del país y, aunque le falta adecuarlo a las necesidades actuales, comparativamente tenemos el mejor sistema electrónico de control aduanero del Istmo centroamericano”, comentó Segnini.